Buscan desarmar la acusación de violación con una detective

Pilar Muñoz
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El abogado del acusado de violar a una joven en Porzuna trata de desmontar la versión incriminatoria con el informe y la declaración de la investigadora privada que contrataron para que la siguiera tras la denuncia en abril de 2018

Buscan desarmar la acusación de violación con una detective

La defensa trata de desmontar la acusación de violación con el testimonio de una detective privada contratada para que siguiera a la joven que en abril de 2018 denunció en Porzuna a Víctor G. R., de 22 años, por amenazas y agresión sexual con penetración. La detective ha vuelto a declarar por estos hechos en la Audiencia de Ciudad Real, donde se está desarrollando de nuevo el juicio tras dejar el Tribunal Superior de Justicia sin efecto la sentencia absolutoria (noviembre 2019) y mandar repetir el juicio.

La detective privado ha testificado en los mismo términos que entonces: «La joven hubiera podido ser escuchada en el hipotético caso de que hubiera gritado» y huir del supuesto agresor. Además, según la investigadora privada, después de los hechos denunciados siguió haciendo una vida normal sin signos de miedo o estrés postraumático, como asevera la víctima.

La testigo (subió al estrado citada por el abogado Francisco Víctor que defiende al encausado) indicó que le encargaron dos trabajos, uno de seguimiento de la joven tras la denuncia de una agresión sexual y otro del lugar de los hechos. La detective privada dijo que el 13 y 15 de mayo (un mes después de la denuncia de violación) la siguieron hasta el lugar donde se celebraban las fiestas de Porzuna y «estaba perfectamente, integrada en su grupo de amigos y participando de la fiesta».

La denunciante también se desplazó a Malagón con motivo del concierto de Andy & Lucas, según indicó la testigo a preguntas del letrado de la defensa que trata de desmontar la versión de la joven, que mantiene que Víctor G. R. la agredió sexualmente la madrugada del 15 de abril de 2018 en un callejón de Porzuna. Sobre las 2.14 horas se puso en contacto con la joven a través de Whatsapp cuando estaba con unas amigas en la vivienda de una de ellas. Le dijo que bajara, ella se negó, pero finalmente accedió tras hacerle saber que la tenía grabada manteniendo relaciones sexuales.

 Alba L. Q., de 20 años, fue a su encuentro para hablar, para pedirle que borrara la grabación. El acusado, según la denunciante, la llevó hasta un callejón donde la violó tras darle una bofetada y golpes en la cabeza. La joven ha declarado que el acusado actuó con violencia y que nadie pudo ayudarla por el lugar apartado hasta el que la arrastró.

Ayer la detective, como en el primer juicio, dijo que está cerca de una carretera «muy transitada» y no se puede considerar un descampado. «Hay viviendas y podría haber sido escuchada en el hipotético caso de que hubiera gritado».

En la segunda jornada del juicio también declararon amigos del encausado que defendieron su versión, esto es, que la relación fue consentida y manifestaron que les vieron como una ‘pareja’ normal. El juicio continúa hoy.