Aumentan los accidentes en 2021 con ciclistas implicados

M. Espadas
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El año pasado se registraron 31 siniestros en la provincia de Ciudad Real, 13 más que el año anterior, pese a que los usuarios de bicicletas la utilizaron menos a causa de la pandemia

Aumentan los accidentes en 2021 con ciclistas implicados - Foto: Tomás Fernández de Moya

Circular en bicicleta por las calles y carreteras de Ciudad Real sigue siendo un ejercicio de riesgo. Según los datos hechos públicos por el Ministerio del Interior, durante el año pasado se registraron 31 accidentes de tráfico en la provincia con ciclistas implicados. Son 13 más que los que hubo que lamentar un año antes, y una cifra superior también a los datos de 2019 (17) y 2018 (25).

De estos 31 siniestros, 23 se produjeron en carreteras interurbanas o caminos, según ha podido concretar este diario, con el balance de un fallecido, seis ciclistas heridos graves y 17 de carácter leve. Cinco de estos accidentes se produjeron por no mantener la distancia de seguridad, otros tantos por no respetar la prioridad y el resto por otras causas. La mayoría de los accidentes se produjeron en la carretera, sólo seis ocurrieron en caminos. Durante el año 2020 no consta ningún procedimiento judicial incoado en la Fiscalía Provincial de Ciudad Real por accidentes en los que se han visto implicados ciclistas con resultado de lesiones y/o fallecimiento. No se ha producido ningún accidente causado por los mismos y no se ha incoado procedimiento ni por delito de imprudencia ni por delito de riesgo. Los datos relativos a 2021 aún no están disponibles, ya que la Fiscalía trabaja en este informe anual.

Este incremento en las cifras de accidentes de tráfico con ciclistas implicados choca con el hecho de que muchas de las peñas de ciclistas ciudadrealeñas han tenido una actividad muy reducida a causa de la situación sanitaria. Es el caso de El Prado en la capital, con más de 130 miembros, que espera retomar sus habituales salidas organizadas a partir del mes de marzo. Sus integrantes han seguido pedaleando en grupos muy reducidos, encontrándose en las carreteras una situación muy similar a la de años anteriores, con el principal riesgo de los adelantamientos mal hechos por parte de los conductores de vehículos. «En general, en las carreteras de la provincia se respeta al ciclista, pero siempre te encuentras al cafre que te adelanta sin reducir la velocidad y muy pegado, o el que viene en sentido contrario y adelanta, ignorando que nosotros vamos por el otro lado de la calzada», resume Ricardo García, presidente de la peña El Prado, que asume que «los ciclistas incomodamos a los coches, pero al igual que lo puede hacer un tractor, y a ellos se les mira de otro modo».

La ronda, «un suicidio»

En el caso de la capital, moverse en bicicleta sigue siendo una opción «peligrosa» por la escasa concienciación de la mayoría de los conductores y también por el deficiente estado de la señalización y de algunos tramos de asfalto. Así lo advierte Luis Mario Sobrino, un habitual usuario de la bici en Ciudad Real y miembro de la junta gestora del colectivo Apedal. En concreto, denuncia el riesgo que sufren los ciclistas cuando utilizan el carril derecho de la ronda, en el que la velocidad está limitada a 30 kilómetros por hora para facilitar la convivencia entre éstos y los vehículos a motor. Una convivencia inexistente, y menos por la noche, cuando circular en bici es «un suicidio», advierte. Tanto es así que desde este colectivo se va a proponer al Ayuntamiento acabar con esta situación, o mejorando la señalización y la vigilancia, o directamente eliminar el límite de los 30 km/h. «Esto no lo respeta casi nadie. Además, la señalización es muy deficitaria, con un pictograma que sólo ves cuando ya estás encima y mucho menos visible que las señales de 50 km/h.  Para esto, es mejor que desaparezca ese ciclo carril. Es un peligro», alerta Sobrino, quien considera de la mayoría de los conductores de la ciudad no tienen conciencia para compartir sus calles y avenidas con los ciclistas. Es demasiado habitual ver a conductores de coches impacientes esperando detrás de las bicis, intimidándolas por su cercanía o incluso pitando, y cuando encuentran la mínima ocasión realizan el adelantamiento sin dejar el obligado metro y medio de distancia de seguridad.  Además, Sobrino lamenta que los carriles bici que se están construyendo ahora en Ciudad Real carezcan de continuidad y, por tanto, de utilidad práctica, por lo que pide que se  cuente con colectivos de usuarios como Apedal al planificar nuevas infraestructuras de este tipo, además de arreglar pavimentos en muy mal estado, como en la zona del campus universitario.

En este sentido, Ricardo García muestra su contrariedad por el tipo de algunos de los carriles bici que se han hecho en Ciudad Real: «Un carril bici no puede ser una línea pintada en la calzada, sino que debe estar mejor señalizado y debe tener su bordillo de separación, para dar seguridad a sus usuarios».

En Castilla-La Mancha, esta negra estadística también crece en la provincia de Albacete (64), se mantiene en Guadalajara (19) y Cuenca (5), y desciende de manera significativa en Toledo (16), según los datos del Ministerio del Interior a una pregunta parlamentaria formulada por diputados del PP.