La medianoche del 9 de mayo supuso el punto y final al segundo estado de alarma en España que durante medio año mantuvo a los ciudadrealeños con limitaciones de movilidad y restricciones para frenar el avance del COVID-19. Botellones y fiestas sirvieron para abrir un periodo ante el que Sanidad contuvo la respiración por la posibilidad de que los casos crecieran. Pero no ha sido así. La situación epidemiológica de la provincia es ahora mejor de la que era hace un mes. Solo cinco de los 20 municipios más poblados tienen una incidencia más alta que entonces: Puertollano, Miguelturra, Bolaños, Almagro y Argamasilla de Alba, aunque es cierto que en los últimos 14 días, el descenso de nuevos casos de coronavirus se frena en la provincia. Ciudad Real fue el territorio de Castilla-La Mancha donde menos bajaron los nuevos contagios, de 179 se pasa a 171, y que dejan leves incrementos de la incidencia del coronavirus en las localidades donde la situación iba mejor y leves descensos en las que necesitaban mejorar.
Así ocurre en Ciudad Real capital. Despidió las restricciones con casi 100 casos por 100.000 habitantes y ese indicador, la semana pasada estaba en casi la mitad: 56. Entre los últimos días de mayo y los primeros de junio, Ciudad Real sumó 42 positivos (18 y 24), una cifra que devuelve a la capital al riesgo medio que repite prácticamente desde finales de abril. Comparada con el resto de grandes localidades de la región, solo Albacete mejora los datos de Ciudad Real, con 53 casos por 100.000 habitantes mientras que Toledo tiene una incidencia que está en torno a los 110 positivos, Cuenca anda por los 85, Guadalajara y Talavera rondan los 200 y Puertollano reduce ese indicador por debajo de esa cifra tras disminuir los contagios en los primeros días de junio de 48 casos semanales a 35. El brote detectado en cinco de las empresas auxiliares que desarrollan su actividad en las instalaciones de Repsol con motivo de la parada técnica de la central remite, aunque la ciudad industrial sigue en niveles de riesgo alto.
Entre los 20 municipios más poblados de la provincia, apenas otros dos están en ese pico de riesgo: Almagro y Argamasilla de Alba. La buena situación epidemiológica de la provincia, casi un mes después de levantarse el estado de alarma se encuentra en otro dato: entre los municipios de más de un millar de habitantes apenas uno, Corral de Calatrava, presenta una situación de riesgo extremo: hay cuatro nuevos casos en las dos últimas semanas.
Los municipios que más han mejorado sus datos de contagios en este último mes son La Solana, Villarrubia, Malagón y, sobre todo, Valdepeñas. La última actualización de incidencia rebaja ese indicador a menos de 100 casos por 100.000 habitantes por primera vez desde inicios de marzo. En esos tres meses llegó a rozar incidencias de casi 800 positivos.
Tomelloso, Alcázar, Manzanares y Daimiel son otras de las localidades donde un mes después, el virus está más controlado. Todas están en situación de riesgo medio, a excepción de Alcázar de San Juan, en riesgo bajo, con apenas 36 positivos por 100.000 habitantes. En Miguelturra, aunque aparece en el listado de municipios con más positivos ahora que al acabar el estado de alarma, el riesgo es también bajo, con cuatro casos detectados la pasada semana.