Desde su reapertura en julio de 2017, la Estación de Viticultura y Enología (EVE) de Alcázar de San Juan no deja de crecer, hasta el punto que las cifras estiman que pondrán punto y final a 2019 con 7.000 muestras analizadas de vinos y otros productos derivados de la uva, como mostos, vinagres y otros destilados. Así lo asegura el director del Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal (Iriaf), Esteban García, que afirma que «las estadísticas apuntan a que este año sumaremos cerca de 1.000 muestras más a las 5.800 que se lograron el año pasado». Un incremento que, además, supone un revulsivo para el terreno analítico, tanto en la cantidad de análisis realizados como en lo que concierne a la oferta que el centro pone a disposición de bodegas y cooperativas de todo el país. Por un lado, García mantiene que el número de pruebas realizadas a las muestras, a día de hoy, «ya ha alcanzado las cifras que obtuvimos al cerrar 2018», lo que significa que la Enológica lleva practicados hasta el momento más de 12.000 análisis y no solo eso, sino que aumentarán en los próximos meses. Frente a esto, el director del EVE, José Fernández, anuncia que la principal novedad que vivirá el centro este año viene de la mano de cuatro nuevos parámetros de estudio que se incorporarán a los 13 ya existentes. Concretamente, indica que serán dos para vino -grado alcohólico adquirido por densimetría electrónica y grado alcohólico total por cálculo- y el resto para mosto -masa volumínica por densimetría electrónica y densidad relativa por densimetría electrónica-, y que se implantarán de cara al mes de noviembre. De esta forma, los siete laboratorios del centro tendrán capacidad para abordar hasta 17 patrones analíticos. El máximo responsable de Iriaf, organismo al que se encuentra adscrito el centro, admite que una parte fundamental del buen momento que vive la Enológica se debe a la recuperación de la acreditación oficial de la ENAC el año pasado. «Esta es una garantía de que los análisis que realizamos cumplen con los estándares internacionales, lo que aumenta la confianza de las bodegas y cooperativas que nos hacen llegar sus muestras», recalca. Con él coincide su homónimo en el EVE, que pese a reconocer que no han recuperado todos los clientes que poseían antes de su cierre en 2012, «muchos han vuelto y otros tantos se han sumado», a lo que hace hincapié en la recepción de muestras procedentes de otras regiones como Murcia, Extremadura o Andalucía. «Concretamente, de Jerez», añade. Sin embargo, pese a que ninguno desmerece el papel de la acreditación oficial, ambos insisten en que el crecimiento es visible desde su reapertura: «cerramos 2017 con 4.500 muestras y 2018 con 5.800, y eso que la acreditación no llegó hasta el final del año», remarca García. La Enológica de Alcázar de San Juan es el único laboratorio de la región para la dirección del Gobierno manchego y el organismo de análisis oficial de la Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha, así como uno de los pocos capacitados en todo el país para realizar pruebas analíticas como la relación isotópica de carbono y oxígeno, entre otras.