Voluntarios para paliar los efectos de la pandemia

Hilario L. Muñoz
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La agrupación de la capital necesita la llegada de personas de colectivos sanitarios o de emergencias que apoyen la labor de la organización durante el tramo final del COVID

Alfonso Blanco y Patricia Aliseda, con parte del equipo de emergencias de la UVI móvil. - Foto: Tomás Fernández de Moya

La Agrupación municipal de Voluntarios de Protección Civil lleva un año de lucha contra la pandemia en la que ha visto cómo poco a poco muchos de sus voluntarios, trabajadores en el ámbito sanitario o en las emergencias, se han ido quedando sin tiempo para atender la labor altruista que realiza la organización. Se trata de unas actuaciones que les han llevado a trabajar en apoyo en emergencias ocurridas durante la pandemia para evitar aglomeraciones, en repartir sal en nevadas como las que trajo Filomena, o en dar apoyo a fuerzas de seguridad, como cuando descubrieron un vehículo flotando en medio del pantano del Vicario. Por este motivo, la entidad ha pedido en redes sociales apoyo, lanzando una búsqueda de voluntarios, sobre todo, de voluntarios llegados de ese ámbito sanitario o de emergencias y que quieran colaborar con la agrupación.

«Desde que pasó la pandemia hay voluntarios que se han ido apartando por la propia epidemia, otros que se han alejado por motivos laborales» y a los que se sumó la época de transición que trajo la muerte de un referente para la agrupación, José Luis Espadero, según relata el actual jefe, Alfonso Blanco. «Como vimos que había poca gente surgió una campaña de captación», dijo Blanco. La primera respuesta fue la llegada de una decena de voluntarios, a los que espera que se sumen, ahora, personal técnico de emergencias sanitarias, bomberos o sanitarios, «gente capacitada» que permita, por ejemplo, utilizar nuevos recursos adquiridos como una UVI móvil con el que cuenta la agrupación.

«Actualmente estamos en unos 70, sin contar los nuevos ingresos», señaló Patricia Aliseda, voluntaria encargada de esa campaña. Hay que tener en cuenta que normalmente hay unos 90 voluntarios. No son cifras cerradas, se trata de una labor que «va por rachas», entre quienes se quedan un tiempo y se marchan.

Escuelas de vocaciones. La agrupación municipal es un campo de prácticas para cualquier persona interesada en el ámbito de emergencias y la enfermería, ya que antes de realizar cualquier labor se efectúan formaciones. Este pasado fin de semana fue la última, sobre soporte vital básico. A modo de ejemplo, Aliseda es una voluntaria que tuvo su vocación en la agrupación, quiere ser enfermera y estudia para ello, al igual que muchos otros se han dado cuenta de que quieren trabajar en emergencias gracias al cuerpo. «Yo entré con cuatro amigos hace 23 años y trabajo en la UVI móvil», dijo Blanco, quien recordó que se trata de dedicación y conocer la vocación.

Ser voluntario en Protección Civil en la capital implica contar con aspectos únicos como el Grupo Especial de Rescate y Actividades Subacuáticas (Geras), que tiene pendiente presentar una nueva balsa, o la UVI móvil recién adquirida y nombrada a modo de homenaje de Espadero. «Siempre que tenga iniciativa, formación y valga» podría entrar.