Parecía que el conejo había dado una pequeña tregua a los agricultores en los últimos meses con las lluvias del otoño, pero la sequía que azota a la provincia ha alertado de nuevo al sector del campo, que ve cómo sus cultivos vuelven a ser el sustento de este animal. La plataforma de damnificados por la plaga de conejos avisa a la administración de la situación que viven, una vez más, los agricultores como consecuencia de la falta de precipitaciones y la plaga de conejos. No llueve, y lo que ha caído no ha sido suficiente para impedir la proliferación de estos animales. Más conejos, y por lo tanto, más daños en los cultivos.  

Uno de los portavoces de la plataforma de damnificados por la plaga del conejo Félix Mendoza, señala que «a los conejos siempre les ha gustado los cultivos herbáceos pero aún así prefieren la viña o el olivar». «Las lluvias, aunque escasas, paliaron un poco los daños con menor presencia del conejo, pero al llegar la sequía se van a volver a multiplicar», lo que lleva a los profesionales del campo a echarse las manos a la cabeza. «Cuando llevas todo el año luchando y sigues con el mismo problema, te duele y te desespera», lamenta. Y es que, la ola de calor y la escasez de agua empuja a los conejos a salir en búsqueda de comida y agua a los cultivos que tienen instalado el riego por goteo. «Mientras ha habido hierba, no ha habido problema, pero al quedar todo seco acuden a la viña y a todo lo que pillan», indica.

En realidad, es un problema que los agricultores sufren casi todo el año, pero es ahora cuando se multiplican las camadas y aparecen centenares en pocos metros cuadrados. Aunque los agricultores protegen sus cultivos y árboles con mallas, resulta complicado disuadir a los hambrientos roedores que acechan sus fincas.

Con este panorama, no es de extrañar que la plataforma de damnificados estudia nuevas movilizaciones que podrán encima de la mesa y que llevarán a cabo en los próximos meses, posiblemente antes de las elecciones, y si el problema no se soluciona. De hecho, el colectivo ciudadano ya se manifestó en abril antes las Cortes regionales para exigir a la Junta  soluciones. «La plataforma no es un afín a la política ni a un partido, pero creemos que hay que continuar con esta lucha, haya o no elecciones».

La plataforma de damnificados por la plaga de conejos en La Mancha vio la luz hace aproximadamente un año, cuando los agricultores se aliaron con un objetivo común: luchar de forma efectiva contra los daños en la agricultura ante la falta de medidas de la Administración. Casi 50 localidades de La Mancha, principalmente entre la provincia de Ciudad Real y Toledo, y pertenecientes a la comarca de emergencia cinegética por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, unieron sus fuerzas a través de este colectivo ciudadano que hoy, casi un año más tarde, ya se ha constituido oficialmente. Desde entonces, no han parado de trabajar por esa misma causa, y que aún no han logrado a pesar de las medidas implantadas por el Gobierno regional para reducir la población de conejos y mitigar los daños en la agricultura. Entre ellas, la ampliación del periodo de caza de conejo. Iniciativas, lamenta Mendoza, que  no han sido suficientes y «seguimos con el mismo problema».  

pérdidas. Aunque es difícil conocer con exactitud los perjuicios que esta situación ha provocado en los bolsillos del agricultor, la plataforma, en abril del año pasado, ya denunció unas pérdidas de 600 millones de euros y más de 77.800 hectáreas de cereal arrasadas por los conejos en 2018 en Castilla-La Mancha, cifras que podían haber ido en aumento a pesar de las medidas llevadas a cabo. La superpoblación de esta especie ya ha hecho que se declare la emergencia cinegética en más de 270 pueblos de la región.