Las emisiones contaminantes han ido escalando posiciones en la importancia que tienen en la revisión de los vehículos y en 2018 se convirtieron ya en la primera causa de rechazo de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) en los turismos de la provincia. En concreto, el número de defectos graves que se registraron en este tipo de vehículos el año pasado y que son motivo de rechazo en este ‘chequeo’ acerca de la salud de los vehículos se situaron en 13.764, por delante de los defectos graves localizados en los turismos en el capítulo de las ruedas, los ejes o el estado de los neumáticos, con 11.980, y de los relativos al alumbrado y la señalización, con 11.246 defectos graves detectados en 2018 en los turismos de la provincia.
Así lo ponen de manifiesto los datos facilitados a este diario por la Consejería de Economía e Industria y que también constatan desde algunas estaciones de ITV de la provincia. «Con un defecto grave, el vehículo ya está desfavorable y tiene que repararlo y pasar una segunda inspección de ITV para poder comprobar que se ha resuelto. En cuanto a las emisiones contaminantes se endureció la legislación y han salido nuevos defectos al respecto, de manera que no solamente se trata de las emisiones en sí, cuyos niveles han ido variando con los años, sino que, por ejemplo, ahora miramos si están encendidos o no determinados pilotos que marcan problemas en el vehículo y que eso hace unos años no se consideraba defecto y ahora sí lo es», afirmó a este periódico el responsable de una de estas estaciones.
En este sentido, indicó que eso les obliga a estar constantemente actualizándose para estar al día en la aplicación del manual que establece la legislación, del mismo modo que apuntó a que con el cambio que entró en vigor el año pasado relativo a la ITV electrónica tuvieron que adquirir nuevos equipos, formar al personal y ponerse al día de los defectos que arrojan unos vehículos que cada vez tienen más carga electrónica. Eso supone -dijo- más trabajo y más problemas que no siempre son bien entendidos por los clientes, si bien insistieron en la necesidad de aplicar la legislación actual sobre esta materia.
En concreto, a lo largo del pasado año 2018 fueron un total de 426.258 inspecciones las que se realizaron el año pasado en la provincia relativas a todo tipo de vehículos, lo que supone un 7,61 por ciento más en relación con las 396.106 inspecciones que se llevaron a cabo en la provincia en el ejercicio 2017.
De esas más de 426.000 inspecciones de vehículos realizadas el año pasado, hasta 277.537 obtuvieron un resultado favorable en la primera inspección, mientras que 71.047 fueron rechazados, lo que supone un 20,38 por ciento de rechazos en la primera inspección. En otros ‘exámenes’ posteriores fueron 67.988 los vehículos que pasaron por este chequeo, de los que el 12,47 por ciento se ‘tumbaron’ al contar con defectos graves.
Por tipos de vehículos, los turismos, que son los más numerosos, son también los que pasaron en mayor medida por esta inspección en las distintas estaciones de la provincia, con un total de 159.888 en la primera inspección y con un porcentaje de rechazo del 17,30 por ciento; seguido de los camiones de menores dimensiones, con 51.248 inspeccionados en una primera ocasión y un porcentaje de rechazo del 22,58 por ciento; y de los vehículos agrícolas, que son los terceros, con un total de 16.034 que pasaron por una primera inspección y que figuran como los que mayor porcentaje de rechazo acumulan en este primer chequeo, con un 31,57 por ciento.
En relación a estos vehículos, los más numerosos son los defectos graves detectados en el alumbrado y la señalización, con 7.399, seguidos de los 3.080 relativos a cuestiones que tienen que ver con la identificación de la maquinaria agrícola. Durante el año pasado también hubo 1.310 autobuses en la primera inspección y un porcentaje de rechazo del 17,92%.