Señalan la «normalización» de vulnerar derechos laborales

M. Lillo
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La organización presenta un informe que supone una radiografía de la situación laboral de los trabajadores de la hostelería, del hogar y de los temporeros del sector agrícola.

Señalan la «normalización» de vulnerar derechos laborales - Foto: Pablo Lorente

Es el rostro de personas que trabajan en las tareas agrícolas, desarrollan trabajos en el hogar o en la hostelería. Cáritas Diocesana ha profundizado en su situación y analizado las condiciones laborales que tienen y advierte  que se «ha normalizado la vulneración de los derechos laborales en estos tres sectores». Así lo indicó Ángel Ruiz-Moyano, secretario general de Cáritas Diocesana de Ciudad Real, en la presentación ayer de la Jornada de Trabajo sobre ‘Vulneraciones de Derechos Laborales’, a la que asistieron también representantes sindicales, de Asaja, la Junta, Guardia Civil o de servicios sociales en distintos ayuntamientos.

«En Ciudad Real lo que más nos afecta es el tema de los temporareros, aunque también se analizan las labores del personal del hogar y de la hostelería, es el rostro que hay detrás, la realidad de estas personas», agregó Ruiz-Moyano en relación a empleados que en muchos casos llegan «en una situación irregular». Lo dijo momentos antes de la presentación de este informe realizado en base a más de 900 encuentas en una treintena de provincias.

Entre los principales derechos que se vulneran destacan las contrataciones en forma o las relativas a las condiciones de habitabilidad, teniendo en cuenta las dificultades para encontrar vivienda de alquiler «o el tema de las mafias que pueden estar detrás controlando la mano de obra». En cuanto al perfil de los afectados, principalmente en el campo, son de nacionalidad rumana, búlgara o marroquí, si bien hay de un total de 17 nacionalidades, y afecta a tanto familias como hombres que vienen solos a trabajar.

En total, el año pasado Cáritas atendió a 987 personas en los centros de acogida de municipios como Tomelloso, Argamasilla de Alba, Socuéllamos, La Solana o Valdepeñas. Actualmente se está desarrollando la campaña, con la recogida de la uva, por lo que aún no hay datos de cierre de este ejercicio para analizar su evolución. En este contexto, el representante de Cáritas se refirió a los asentamientos que se registran en municipios como Tomelloso o Argamasilla de Alba, en «naves abandonadas o caserones viejos», ya que «todavía hay gente que vive en esas condiciones». El objetivo es estar cerca de ellas, y entre todos, plantear medidas que permitan encauzar el camino hacia la eliminación de las situaciones de vulnerabilidad de los derechos laborales, razón por la que se abrió una mesa de experiencias entre los asistentes para «construir un camino de mejora de los derechos de los trabajadores».

El principal motivo por el que no denuncian es el miedo a perder el trabajo, lo que aduce siete de cada diez personas, pero también por la creencia o la convicción de que denunciar no sirve para nada. Entre los parámetros que mide el informe se encuentran datos relativos a la duración de la jornada laboral, l salario o la vulneración de derechos relacionados con el Código Penal, como los empleados que han recibido un trato humillante o amenazas.