Tres menores, tutelados por desamparo y maltrato

Pilar Muñoz
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Los hechos se destaparon al acabar en el hospital uno de los niños con un brazo roto. Los padres han sido condenados tras responder ante la juez de Penal 2 de Ciudad Real

Tres menores, tutelados por desamparo y maltrato - Foto: Rueda Villaverde

Tres menores, dos de ellos mellizos, están bajo la tutela de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha por su situación de desamparo y malos tratos en el seno de la familia. Según ha podido saber La Tribuna, los hechos, ocurridos en la comarca de La Mancha, se destaparon en 2019 cuando uno de los niños acabó en el hospital con un brazo roto. Tras la denuncia, se abrieron diligencias en un juzgado de Tomelloso por un presunto de delito de malos tratos en el ámbito familiar.

Los padres fueron detenidos y dos años después se han sentado en el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal número 2 de Ciudad Real para responder por estos hechos. Ante la magistrada titular de Penal 2 han admitido el delito que les imputaban el Ministerio Fiscal y la letrada Carmen Delgado, que ha ejercido la acusación particular en representación de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

La juez les ha condenado a los dos a penas de cárcel por un delito de maltrato habitual y otro de lesiones en el caso de la madre. Por el primer delito les ha impuesto una pena de un año de cárcel a cada uno y dos más a la madre por lesiones.

También se les han impuesto medidas de alejamiento y se les ha retirado la patria potestad por un plazo de cuatro años.  En el caso del padre la pena es susceptible de suspensión con la condición de que no que vuelva a delinquir en un periodo de tiempo. En el caso de la madre se podría suspender en función de lo que pueda acreditar. Los padres de los niños son de nacionalidad rumana, trabajan por cuenta ajena.   Golpes con palos y barras. Los niños, que cuando se destaparon los hechos tenían entre cinco años, los mellizos, y ocho el mayor, recibieron golpes con cinturones, barras de plástico y palos de escoba, según han indicado a este diario fuentes jurídicas. Los pequeños tenían marcas en sus cuerpos de los golpes que les infligían los padres al considerar que se habían portado mal; castigos físicos muy duros, han aseverado las fuentes tras indicar que, al parecer, ellos lo veían normal por su cultura.