La semana pasada estuvo en Fuensalida y hoy ha ido a Torrijos. El presidente del PP de Castilla-La Mancha está visitando algunas de las localidades en las que los cierres se alargaron una semana más y que en estos momentos tienen más restricciones que la mayoría de la región. En su visita de esta mañana a Torrijos, aprovechó para reunirse en el Hotel La Salve con representantes del sector de la hostelería. Recalcó que es un sector estratégico porque «no solo son los bares y restaurantes, en la figura del camarero o cocinero, es que detrás hay mucho, hay distribuidores, agentes comerciales, un pescadero, un carnicero, un frutero, un panadero».
Por eso considera que la apertura acordada por la Junta se queda corta. En su opinión hay que «salvar las cenas», pues ahora con el toque de queda que hay es muy complicado y recuerda que para muchos negocios el servicio de cena puede suponer el 50% de la actividad que pueden realizar. Por eso Núñez lleva insistiendo más de una semana en tomar determinadas medidas como retrasar el toque de queda a las 23:00, para que la hostelería pueda abrir hasta las 22:30 y permitir el servicio a domicilio hasta las 00:00. Aprovechó también para mostrarse otra vez más en contra de la aplicación de móvil que permite registrar clientes con el QR. Aclaró que lo que ve mal es que «ese código QR sirva solo para estigmatizar a la hostelería y que se aplique solo a la hostelería».
Estas medidas que propone Núñez, que en parte siguen la hoja de ruta que tiene Díaz-Ayuso en Madrid, ya las presentó hace dos semanas en un pleno en las Cortes regionales, enfocadas no solo a la hostelería, sino también al ámbito de la Cultura y el Deporte. Además las llevó al Palacio de Fuensalida, sede de la Presidencia. Lo hizo el jueves pasado para que el Gobierno regional las tuviera en cuenta antes de la reunión que celebró el sábado para acordar la flexibilización de algunas restricciones.
Núñez lamenta que desde el Gobierno regional no quieran atender sus propuestas por venir de él. «Ya es preocupante que el jefe del Ejecutivo no quiera mantener un contacto fluido y permanente para la adopción de medidas con el principal partido de la oposición», se quejó. Dice que es más grave aún que gobierne «de espaldas a los castellano-manchegos».
Además protesta por que sus iniciativas no solo son rechazadas por el Gobierno y el PSOE, sino que recibe «insultos». Núñez recordó que las tildan de «ocurrencias», pero que en más de una ocasión al final se las han copiado como con el cribado a profesores y la reapertura de mercadillos o de la caza.