El Vestas Balonmano Alarcos de Ciudad Real está metido de lleno en la fase decisiva de la liga en plena lucha por el segundo puesto. Y aunque el play off está asegurado, la derrota del pasado sábado en casa ante el Santoña dolió mucho. Por eso el presidente del club, Juan Pablo Marciel, ha querido mandar un mensaje de optimismo y apoyo a todos, jugadores, técnicos y afición, para que el partido de este sábado (16.30 horas) en la pista del Barça B, sirva para que el equipo reivindique su poderío y siga peleando por esa segunda plaza y cargando las pilas anímicas de cara a la fase de ascenso.
El presidente del club capitalino lo deja claro: “No hay que negar que la derrota del otro día fue un jarro de agua fría. Pero esto es deporte y en el deporte hay tropiezos. Todos los miembros del club, jugadores, aficionados… estábamos disgustados. Pero creo que nos caemos y nos levantamos con más rabia, más energía y más ganas de que llegue el siguiente partido y poder demostrar que eso simplemente fue un tropiezo. Jugadores y cuerpo técnico tienen ganas de llegar a Barcelona y demostrar por qué estamos ahí arriba y por qué nos merecemos ese segundo puesto que sigue siendo nuestro objetivo”.
Así que Marciel cuenta con que el equipo saldrá en Barcelona “con toda la rabia del mundo para querer ganar, hacer lo que nos falta y esperar a ver qué hacen los demás porque no dependemos de nosotros solos, pero es lo que tiene el deporte. No olvidemos tampoco que nuestro primer objetivo era estar en la fase y estamos en la fase mucho mejor de lo que habíamos pensado a principio de temporada. Por perder un partido a estas alturas no vamos a darle más importancia que a la de cualquier otra derrota. La rabia que tiene todo el equipo lo van a demostrar en Barcelona”.
Además, el timonel de la nave alarquista lanzaba una idea clara: “No barajo la idea de perder más partidos de aquí a final de temporada y si se pierden, se han perdido, no pasa nada. Lo que sí espero es llegar a la fase sin nada más que perder y que en la fase todo sea ganar”.
El equipo está trabajando a tope esta semana para seguir cargando las pilas en lo físico y poder reencontrarse, además, con su mejor versión en Barcelona, no solo para el ánimo de las tropas, sino para mandar un mensaje al resto de equipos de play off: el Alarcos no ha llegado hasta aquí para rendirse en el momento decisivo.