EEUU se asegura otro asiento en la próxima Soyuz

Agencias
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La NASA pagará más de 90 millones de dólares a su homóloga rusa por ocupar una plaza en la nave, que tiene previsto su lanzamiento el próximo otoño

EEUU se asegura otro asiento en una Soyuz

La agencia espacial estadounidense NASA ha contratado a su homóloga rusa, Roscosmos, un asiento para el lanzamiento a bordo de una nave Soyuz de un astronauta a la Estación Espacial Internacional (EEI) en el otoño de este año.

Roscosmos confirmó a la agencia TASS que ambas agencias firmaron el martes un contrato en este sentido, si bien no quiso confirmar el monto que desembolsará la NASA por la plaza.

Sin embargo, según el portal Spaceflight Now, la portavoz de la NASA, Stephanie Schierholz, la agencia espacial estadounidense pagará a Rusia más de 90,2 millones de dólares (unos 83,2 millones de euros) por el asiento a bordo de la nave rusa Soyuz que despegará en octubre desde el cosmódromo de Baikonur, en la estepa kazaja a la EEI.

Este precio incluye todas los preparativos y entrenamientos necesarios para el lanzamiento, las operaciones de vuelo, el aterrizaje y la misión de rescate tras regresar a la Tierra, así como algunos suministros limitados de cargamento para la tripulación de la plataforma orbital internacional hacia y desde la estación.

EEUU abandonó en julio de 2011 su programa de transbordadores y desde entonces los astronautas de la NASA han sido transportados a la EEI por naves Soyuz rusas.

El responsable del centro de entrenamiento de cosmonautas, Pável Vlñasov, dijo en enero que EEUU tendría dos asientos en las Soyuz: el de octubre próximo y otro en la primavera de 2021.

Estados Unidos lanzará el próximo día 27 a la EEI a los astronautas de la NASA Bob Behnken y Doug Hurley, que llegarán a la plataforma orbital en la cápsula Crew Dragon de la compañía de transporte aeroespacial SpaceX, propiedad del empresario Elon Musk.

Serán los primeros astronautas de la NASA en ser lanzados a la EEI desde tierra estadounidense a bordo de una nave y un cohete también estadounidenses desde el fin del programa de los transbordadores.

Pero se trata de un vuelo tripulado de prueba y EEUU aún no tiene garantizadas misiones rotatorias operativas, por lo que se asegura mientras tanto plazas a bordo de las Soyuz.