Las obras del coso reducirá su aforo en casi 3.000 personas

M. Lillo
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Las obras de la plaza de toros de Ciudad Real, un proyecto licitado en 2,2 millones de euros, reducirá su aforo en casi 3.000 personas, ampliará las vías de evacuación y mejorará la accesibilidad

Plaza de toros de Ciudad Real - Foto: Tomás Fernández de Moya

El Ayuntamiento de Ciudad Real ha publicado ya en su página web el proyecto y el pliego de condiciones para la licitación de las obras de rehabilitación de la plaza de toros, una obra importante que sale por un importe de 2,2 millones de euros y que prevé una significativa reducción del aforo actual con el que cuenta debido a las actuaciones encaminadas a aumentar la capacidad de evacuación de la plaza. «Por lo tanto el aforo total se reducirá en 2.934 personas respecto al actual (8.792 personas), con lo que la ocupación máxima no debería de superar los 5.858 espectadores», detalle el proyecto.

Se trata de uno de los aspectos que se contempla en el apartado relativo a la mejora de la funcionalidad del coso, para el que se indican que, entre las actuaciones a realizar se aumentará la capacidad de evacuación de la plaza de toros, se eliminará la fila nueve de las gradas para aumentar la anchura del pasillo, se colocarán barandillas y pasamanos en algunos puntos o se aumentará el ancho del pasillo en la zona de palcos, «para lo cual habrá que demoler los tabiques de separación y hacerlos más cortos».

Y es que el proyecto, que consta de 1.069 páginas, señala «las múltiples carencias en materia de accesibilidad, estabilidad, salidas y escaleras de evacuación, estanqueidad, funcionalidad, instalaciones o dotación de servicios, etc». De este modo, contempla un amplio y detallado recorrido por las principales carencias que tiene este inmueble neo-mudéjar del siglo XIX, finalizado en el año 1844, y que fue cedido por la Diputación al Ayuntamiento de la capital en octubre de 2010.

Principales carencias. El proyecto recoge que en la actualidad son muchas las carencias y limitaciones del edificio respecto a todas y cada una de las normas vigentes de obligado cumplimiento para este tipo de edificios y actividades recreativa, de manera que señala que «el graderío de piedra que no cumple las características ni dimensiones mínimas requeridas en la actualidad, pero es uno de los principales valores del coso taurino, se debería de conservar y rehabilitar en la medida de lo posible».

También detalla que «el número y anchura de vomitorios es insuficiente para el aforo existente y recorridos de evacuación, por lo que requeriría la creación y ensanchamiento de algunos de ellos» y «por idéntica razón se requiere el aumento del número de escaleras, aumento de la anchura de los pasillos, creación de pasillos entre fila y fila del tendido».

En algunos casos, prosigue el proyecto, los pasillos debían de estar protegidos por una barandilla de protección que eviten las posibles caídas. «No dispone de itinerarios accesibles ni lugares destinados para personas con movilidad reducida. Se precisaría la instalación de un ascensor. Se requerirá la modificación de las puertas de salida, las dimensiones, tanto de las escaleras de evacuación y desembarco de las distintas plantas, como de las puertas de salida del recinto son insuficientes para el aforo previsto en la actualidad».

En cuanto a los aseos, detalla, «requerirá la adaptación tanto al Reglamento de Espectáculos Públicos, como a la Normativa de Accesibilidad. Para lo cual se requerirá incrementar la cuantía y dotaciones de núcleos de servicios y adecuar los existentes a la normativa de accesibilidad».

También se presta atención a la iluminación del coso, que en la actualidad se hace con unos «focos pesados y de grandes dimensiones que tienen un elevado consumo» y que «en la actualidad se pueden conseguir esos niveles de iluminación con focos mucho más pequeños y ligeros y muchísimo más eficientes».

«La zona de los corrales, cajón de curas, báscula y la manga de acceso de los toros se encuentran obsoletos, poco funcionales y faltos de condiciones de seguridad para los trabajadores de la plaza. Hay corrales desproporcionadamente grandes y con un tipo de puertas muy difícil de manejar», del mismo modo que contempla que «el cajón de curas está inservible, a la báscula resulta casi imposible acceder, a las pasarelas se accede exclusivamente por unas escaleras de pates. Todo lo cual requiere una nueva ordenación y renovación a sistemas más funcionales y seguros».

En el proyecto se apunta también a las «permanentes humedades por capilaridad provenientes del terreno y por filtraciones de los graderíos, los cuales no disponen de sistema de evacuación de agua, de tal modo que toda el agua de lluvia es recogida por las gradas filtrándose hacia su interior», entre otros problemas como los relativos a la cubierta de la entrada principal, las irregularidades y desigualdad de escaleras, los cerrojos y pasadores difíciles de usar de puertas o pilares de hormigón agrietados.

«También se aprecia la grieta de separación del muro en el encuentro de éste con la última grada del tendido. Esta grave patología, que afecta a gran parte del muro de la fachada, requiere de una pronta intervención de cosido y refuerzo que evite el desplome total y la ruina del edificio», detalla el proyecto de rehabilitación integral del coso.