Una vendimia a las espaldas

I.Ballestero
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Los trabajos de la campaña agrícola incrementan los pacientes que acuden a la farmacia con dolor y lesiones de espalda. Los farmacéuticos dan las claves para minimizar los daños

La vendimia cambia los ritmos de muchos municipios de la provincia de Ciudad Real, y lo hace en todos los ámbitos. Se nota, por ejemplo, en las farmacias, donde a la actividad habitual deben sumar la derivada de unos días de un esfuerzo físico que no entiende de edades y sí de horas de trabajo, y que acaba haciendo que entre las siete y las nueve de la tarde, las oficinas de farmacia de estos municipios estén llenas de gente que reclama alivio, sobre todo, para el dolor de espalda. Con el fin de acercar algunos consejos prácticos a los miles de vendimiadores que estos días trabajan en la campaña en la provincia, la farmacéutica Lorena Gómez, que trabaja en Socuéllamos, ha aprovechado el blog del Colegio de Farmacéuticos (blog.cofciudadreal.com) para hacer una pequeña guía de recomendaciones.

«En estas fechas aumenta el número de consultas que tenemos por dolores de espalda, tanto de los clientes habituales que están vendimiando como de los temporeros que han llegado a la localidad para trabajar en la campaña», asegura Lorena Gómez, que reconoce que a partir de las siete de la tarde «la farmacia está muy concurrida». Para empezar, hay que decir que no existen remedios infalibles, «aunque muchos siguen aplicando los trucos de la abuela, como beberse un vaso de agua con azúcar para no tener agujetas», afirma, un remedio que puede ser útil «para los esfuerzos no muy prolongados, pero como la vendimia supone un ejercicio de entre ocho y diez horas al día, son inevitables las agujetas y también las temibles lesiones».

Para tratar de minimizar su impacto, la recomendación de las farmacias es hacer hincapié en la higiene postural. «Es complicado, pero en la medida de lo posible es recomendable doblar las rodillas al agacharse para que toda la presión no la soporten los discos interverterbrales, y cargar el peso entre dos o de frente y con las dos manos».

A pesar de estos consejos, los dolores aparecen. «La terapia de frío y calor va muy bien para aliviarlos, al igual que el tratamiento con fisioterapia. Si no es suficiente, siempre se le puede dar algún antinflamatorio tópico e incluso algún analgésico en dosis bajas, pero si no, hay que enviarles al médico», explica Lorena Gómez, que asegura que en este sentido «hemos avanzado mucho con la interoperabilidad, porque antes había muchos temporeros que venían con tarjetas de otras regiones y no podíamos dispensarles, y ahora pueden ir al médico y que les recete algo para el dolor si es muy fuerte».