La segunda mitad del año pasado supuso una mejoría de la calidad del aire tanto en Ciudad Real como en Puertollano, según los datos provisionales de la red control y vigilancia de la contaminación atmosférica de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Según los datos recabados por este diario tanto la capital como la ciudad minera cerraron uno de los mejores semestres a pesar de que julio del año pasado, un mes sin lluvias, fue uno de los peores que se han visto en cuanto a los partes que mes a mes emite este organismo de la Consejería de Medio Ambiente. Hay que tener en cuenta que las cifras ofrecidas en el sistema son provisionales a la espera de que se realice un análisis para separar la mala calidad por contaminación de aquella que se produce por la presencia de episodios africanos o por concentraciones de polen y que implica que lleguen a la provincia partículas de la zona del norte de África. 

De este modo, en el caso de Ciudad Real desde julio a diciembre de 2019 se produjeron seis días con mala calidad del aire, todos ellos durante el mes de julio, lo que muestra la buena situación, en cuanto a calidad del aire que ha habido en la capital. Desde el año 2013, en que comienza la recolección de estos datos por la Consejería, no se habría producido un semestre mejor. De hecho nunca en otoño había ocurrido un trimestre en que no hubiera ningún día con mala calidad, sobre todo porque es la fecha de encendido de las calefacciones tras el parón estival, lo que suele provocar que se produzcan concentraciones de partículas en épocas más secas. 

En el conjunto del año se han producido 18 días en la capital en los que la calidad del aire ha sido mala o muy mala, repartidos en cuatro jornadas en enero, cinco en febrero, uno en marzo y dos en junio, además de los seis del mes de julio. El año 2018 concluyó con 23 de estas jornadas con mala o muy mala calidad del aire en Ciudad Real, cinco más. 

Mientras, en el caso de Puertollano han sido 31 los días con mala calidad del aire por la presencia de partículas PM10 en el segundo semestre del año, catorce menos de los que se produjeron en el año 2018. Los PM10 son pequeñas partículas que hay en el aire y que pueden deberse a varios aspectos desde ceniza a hollín o sencillamente polen, y cuyo diámetro es menor que 10 micrómetros, lo que implica que son del tamaño resultante de dividir un milímetro en mil partes iguales.

Pese al buen dato, el cierre del año en la ciudad minera no es tan bueno debido a que concluye con 64 jornadas en las que la calidad del aire no fue buena, nueve más de las que se produjeron en 2018. Esto se debe, sobre todo, a que la primera mitad del año fue la peor ocurrida hasta la fecha en Puertollano, con hasta 33 días en los que hubo una mala o muy mala calidad del aire. 

Los datos tanto de Ciudad Real como de Puertollano tienen variaciones si se amplían con las cifras recogidas de superación de gases y de otras partículas aún más pequeñas, las PM2,5, una cuarta parte de las PM10, y que también se contabilizan por la red de la Junta de Comunidades. En este caso, el año concluye mejor para Puertollano con 79 jornadas con mala calidad del aire, sumando todos esos aspectos, cuando en 2018 hubo 82 días. Mientras, Ciudad Real cierra el año con 19, debido a que hubo un mal día por concentraciones en el mes de marzo, cuando el año anterior hubo 46 jornadas, con muchos días en que el calor de verano hizo que hubiera concentraciones que superaron los niveles marcados por la Organización Mundial de la Salud sobre ozono. 

enero 2020. La red de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha ha publicado además las cifras relativas a enero de este año en los que se mantiene en Ciudad Real la buena tendencia que ha habido en los meses anteriores. Esto implica que el mes acabe con solo dos días con mala calidad del aire en la capital, frente a los cuatro que se produjeron durante enero del pasado año. Mientras que en Puertollano son siete los días con mala calidad del aire debido a partículas PM10, cuando el año pasado fueron seis. En el caso de la ciudad minera durante el primer mes del año se han producido además otras seis jornadas en los que ha habido una mayor concentración de PM2,5 detectada en alguno de los cuatro equipos que existen repartidos por todo el municipio. En la capital no ha habido ningún día por gases.