El médico y director del Instituto de Ética Clínica Francisco Vallés, Benjamín Herreros Ruiz-Valdepeñas, reconoció ayer a preguntas de La Tribuna que en España hace falta una ley de eutanasia como la que esta semana el Congreso de los Diputados ha aprobado tramitar a instancias del Gobierno de PSOE-Podemos.

Herreros fue el ponente que abrió el nuevo ciclo de conferencias organizado por la Asociación de Amigos del Museo de Ciudad Real, con el título ‘Historia y Medicina’. Su presidente, Pascual Crespo, presentó al conferenciante.

El conferenciante reconoció que la posición de la ética clínica se vinculaba al juramento hipocrático, «se entendía que el médico no podía producir una acción fuera destinada a acabar con la vida del paciente», pero desde las revoluciones liberales y desde que se empieza a pensar que «el paciente puede decidir sobre su cuerpo, en los últimos decenios se ha entendido que un paciente que está sufriendo puede decidir poner fin a su vida», una concepción que ya estaba presente en Europa central a principios del siglo XX, mientras que en España, la opinión médica «ha estado más dividida».

Respaldo a la redacción de una ley de eutanasia - Foto: Rueda Villaverde

Por otro lado, argumentó que «las encuestas, desde el punto de vista social, posicionan a la ciudadanía y a los médicos a favor de decidir que los pacientes en determinadas situaciones, con una información suficiente, pueda, en un momento dado, decidir acabar con su vida».

En lo referente a su conferencia, que se centró especialmente en la historia de la medicina, subrayó que esta disciplina «ha evolucionado a lo largo de la historia, desde una magia, una superstición, de ser una práctica realizada por chamanes, a convertirse en una disciplina científica y para eso ha necesitado 25 siglos».

A su juicio, «ha sido en los últimos siglos y sobre todo en el siglo XX, cuando se hace una disciplina científica». En cualquier caso, destacó: «Lo más bonito de la medicina es que ha hecho que podamos vivir 90 años y antes, en el siglo XIX, vivíamos 40 años».

Herreros detalló que su investigación histórica se ha centrado sobre todo «en la relación del médico con el paciente», que inicialmente tenía un carácter «muy vertical, muy autoritaria, en la que el médico estaba por encima del paciente», pero actualmente «el médico ha aprendido a escuchar al paciente, a ponerse en su lugar», algo que ocurrió en el siglo XX.