La tercera ola eleva a 42 los centros en semipresencialidad

Hilario L. Muñoz
-

Los centros apuntan que salva la asistencia con seguridad y otros señalan que se volverá a la normalidad tras el nivel 3

La tercera ola eleva a 42 los centros en semipresencialidad - Foto: Tomás Fernández de Moya

El incremento de casos de coronavirus en la provincia de Ciudad Real ha provocado un aumento de los centros educativos que han solicitado la semipresencialidad de sus estudiantes a la Consejería de Educación. Hay una petición extraordinaria de semipresencialidad, abierta durante estos días de vuelta a las aulas tras la Navidad, y que se ha desarrollado en medio de la tercera ola de la pandemia. En concreto ya son 42 los centros educativos ciudadrealeños que han pedido esta semipresencialidad, cuando, por ejemplo, el viernes eran 39, lo que muestra el aumento de espacios en los que la mitad de los estudiantes siguen las clases mediante streaming un día para asistir al aula al día siguiente. Dentro de esos 42 hay centros que son semipresenciales desde el inicio del curso, otros que lo han pedido exclusivamente mientras se mantenga el actual nivel 3 y otros que lo habían pedido, pero que se ha hecho realmente efectivo este mes de enero, con alumnos que han optado por quedarse en casa y seguir las clases desde el hogar.

Alrededor de medio millar de estudiantes se encuentran en esa modalidad de semipresencialidad en el IES Campo de Calatrava de Miguelturra desde el inicio del curso. Esto implica que unos 250 estudiantes no acuden al centro cada día, lo que «implica garantizar la seguridad de clases y protocolos», según explicó a La Tribuna la directora, Dori Castaño. En estos meses ha habido cambios en el desarrollo de la semipresencialidad, arrancando con la plataforma Educamos, el sistema de la Junta de Comunidades, que ha mejorado conforme se ha pasado el tiempo, en opinión de la directora, a los medios que han llegado poco a poco, como las cámaras y demás aspectos necesarios para llevar las clases a los hogares de los estudiantes. «La mayoría de clases se dan en directo», salvo las actividades prácticas que se programan de modo que los estudiantes en casa realicen trabajos por su cuenta mientras que el resto, por ejemplo, realiza educación física práctica con un instrumento en música. 

Castaño recuerda que desde el centro ya tuvieron que adaptarse al completo a la no presencialidad en marzo y de forma «muy drástica». En este sentido, la semipresencialidad o las clases en la época de coronavirus implican un menor movimiento de profesores y estudiantes en el aula, con el maestro, por ejemplo, pidiendo a los alumnos las respuestas sin moverse del sitio y escribiéndola él mismo en la pizarra. 

La tercera ola eleva a 42 los centros en semipresencialidadLa tercera ola eleva a 42 los centros en semipresencialidad - Foto: Tomás Fernández de MoyaLos resultados del primer trimestre desarrollado de este modo son buenos, dijo Castaño, quien argumentó que con motivo de las notas decidieron analizar el último lustro y el resultado fue de «normalidad». «La semipresencialidad no ha influido en nada, ni en lo académico ni en contenidos». Se trata de buenos resultados pese a las «reticencias» iniciales que hubo. 

Al 50% en enero.

Esa semipresencialidad estaba prevista desde el inicio en el Conservatorio, pero ahora es cuando se está aplicando, comentó el director del centro educativo, Rafael Sanz. «En cuanto las autoridades cambien el estado de alarma, volveremos a la presencialidad», explicó, con el recuerdo de que había semipresencialidad para ciertos aspectos, «muy limitada» a aquellas asignaturas que deberían desarrollarse, pero para las que no había más espacios en el Conservatorio, ocupado en su totalidad para mantener la distancia de seguridad de los estudiantes. En el caso del centro educativo hay diferencias entre asignaturas a la hora de aplicar estas medidas, pero lo básico es el desarrollo de las clases en directo, con la intención de que la enseñanza funcione igual que en lo presencial, con ejercicios de instrumentos realizados por los alumnos en el aula y en casa, por ejemplo. 

Mientras, de manera tímida iniciaron la semipresencialidad en el Centro de Educación Permanente de Adultos Antonio Gala, señaló su directora, Rosa García, pero tras la Navidad, la mayoría de estudiantes se han acogido a ella y se ha pasado de apenas un 20% de alumnos en casa a la amplia mayoría. «Se trata de dar respuesta a aquellos alumnos que por confinamiento, contacto estrecho, porque padecen o han padecido la enfermedad e incluso el propio miedo» puedan seguir las clases sin temor. Hay que tener en cuenta que en la escuela de adultos hay 1.400 estudiantes de toda edad, incluso, con más de 90 años. «No queremos perder ni un alumno, y no renunciar a que cualquiera pueda asistir a clase y recibir enseñanza», dijo la directora. Solo hay una salvedad en la semipresencialidad y son las clases de castellano para extranjeros, con los que se hace un seguimiento por correo y teléfono para evitar que la falta de medios de algunos estudiantes entorpezca sus estudios. 

Para realizar esta actividad, como en otros centros, se han ofrecido ordenadores o cámaras a los profesores que se han lanzado a una semipresencialidad que, de momento, no se ha notado en las notas de los alumnos. «El que está en casa está centrado», dijo de forma gráfica la directora.