El trabajo autónomo, salida para la crisis

I. Ballestero
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65 localidades de la provincia de Ciudad Real tienen en la actualidad más trabajadores por cuenta propia de los que tenían en el año 2007, y 80 municipios albergan uno de cada cuatro afiliaciones.

Una trabajadora autónoma, en su tienda. - Foto: Tomás Fernández de Moya

El empleo por cuenta propia se convirtió en una importante salida laboral con la llegada de la crisis en la provincia de Ciudad Real. La actividad económica ciudadrealeña estuvo hasta entonces muy ligada a la construcción y al mercado inmobiliario, el primer castillo de naipes que se vino abajo con la recesión y quizá el sector más marcado por sus consecuencias, el que más lentamente está dejando atrás la crisis, y en muchos municipios el emprendimiento ha sido la respuesta a la pregunta que planteaba la recuperación. De hecho, y pese a que las cifras del desempleo se mueven en la actualidad en valores más altos que en el año 2007, dentro de la nueva realidad laboral provincial, prácticamente dos de cada tres municipios tienen hoy más autónomos de los que tenían hace una década, antes de la llegada de la recesión, y en más de 80 localidades los trabajadores por cuenta propia suponen al menos uno de cada cuatro afiliados a la Seguridad Social. Su peso en el tejido empresarial local es especialmente llamativo en aquellos municipios con un menor número de habitantes.

La provincia de Ciudad Real es un territorio de pequeña y mediana empresa. Detrás de ellas, en muchas ocasiones, está un trabajador por cuenta propia que ha decidido emprender su negocio para encontrar una salida laboral, y que incluso genera empleo. De hecho, el último informe de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) sitúa a Ciudad Real como el territorio regional en el que los autónomos generan más empleo de toda Castilla-La Mancha, con 12.400 puestos de trabajo sostenidos por trabajadores por cuenta propia. Sólo el año pasado, los autónomos dieron 689 nuevas altas de trabajadores. A esas altas hay que sumar las de 220 autónomos que se inscribieron en el sistema a lo largo de 2018. «Las perspectivas eran mucho mayores, sobre todo apoyadas en un primer semestre muy positivo, pero en la segunda parte del año influyó mucho que se hablara de medidas como la subida de cuotas, y se paralizaron las altas», aseguró José Luis Perea, vicepresidente nacional de ATA.

El pasado año supuso el colofón a una tendencia que se inició con la crisis económica, la del trasvase de trabajadores asalariados hacia el empleo por cuenta propia conforme se achicaba el espacio habitable dentro del mercado laboral. La provincia tiene hoy más paro que hace diez años en todos sus rincones, pero esa alternativa al empleo por cuenta ajena ha cristalizado en una realidad: dos de cada tres municipios tienen hoy más autónomos dados de alta en el sistema de la Seguridad Social que hace una década. La Solana (369 más), Membrilla (243) y Miguelturra (197) lideran una lista en la que aparecen grandes poblaciones, como Ciudad Real (192), pero también algunos municipios alejados de los primeros puestos demográficos del territorio, como Agudo (98 autónomos más), San Carlos del Valle (83), Castellar de Santiago (66) o El Robledo (49), lo cual deja a las claras que si el empleo por cuenta propia ha sido una alternativa en los grandes municipios, en aquellos núcleos de población más reducidos ha sido casi una necesidad.

gran peso. Además de haber aumentado su presencia dentro de la afiliación a la Seguridad Social, el peso específico de los autónomos dentro del tejido económico de los municipios también ha ganado músculo. De hecho, en más de 80 de las 102 localidades provinciales al menos uno de cada cuatro afiliados es autónomo, y en algunos municipios supera incluso el 50 por ciento de la afiliación total, cuando la media en la provincia de Ciudad Real es del 20 por ciento. En este caso hay una distinción muy evidente por el tamaño de los municipios, ya que la presencia de la administración pública y su influjo en el empleo deja a la capital, Ciudad Real, cerrando esta tabla, ya que apenas el 10 por ciento de los afiliados ciudadrealeños son autónomos. En el extremo contrario está Valdemanco del Esteras, donde tres de cada cuatro trabajadores son autónomos, y en los primeros puestos se repiten las características: Arroba de los Montes, El Robledo y Arenales tienen un porcentaje superior al 50 por ciento, y Guadalmez, Agudo, Puebla de Don Rodrigo, Fuencaliente, Fontanarejo, Membrilla y Navalpino superan o rozan el 45 por ciento.

«Nos preocupa su situación porque uno de cada cuatro autónomos de la provincia son comerciantes, y el comercio está pasando por un momento crítico en el que se tiene que enfrentar al negocio global», reconoció Perea, que aseguró que el emprendimiento «es una buena salida, pero necesita de más facilidades y de mucho más apoyo», finalizó el vicepresidente de ATA.