El futuro de la UGT de Castilla-La Mancha sigue en el limbo. El sindicato lleva desde más de un año sin líder, tras la dimisión Carlos Pedrosa, su secretario general, en diciembre de 2019, y a la espera de un congreso regional que se dilata en el tiempo.
Estaba previsto que este jueves, 18 de febrero, se celebrara este congreso, que inicialmente se debería de haber llevado a cabo en noviembre de 2020. El Covid y el retraso en la celebración de los cónclaves provinciales y sectoriales, han vuelto a retrasar el calendario de renovación dentro de la UGT regional.
De momento, no hay fecha a la vista. «Se están barajando varias posibilidades y se fijará una lo antes posible», confirman fuentes del sindicato consultadas. La idea sería no llevar más allá de la semana que viene ese congreso, según comentan a la Tribuna dirigentes provinciales consultados.
Lo cierto es que, más allá de la fecha, el gran problema está en la falta de liderazgo dentro del sindicato, tras el vacío dejado por Pedrosa tras casi dos décadas al frente de la organización.
A día de hoy ningún dirigente del sindicato ha dado un paso al frente para anunciar su candidatura a la secretaría general de la UGT. Más bien, todo lo contrario. Los dos nombres mejor posicionados para encabezar una lista, Carmen Campoy y José Azcoitia, han negado a este diario cualquier interés por optar al cargo.
En el caso de Campoy lo dejó claro hace tan solo unos días, tras se reelegida al frente de la Federación de Servicios Públicos de la comunidad por cuatro años más. Mientras que Azcoita, que estos días abandona la dirección de la UGT en Cuenca, insiste en que su intención es la de mantenerse dentro de la ejecutiva regional de la Federación de Servicios Públicos como secretario de Autonómica, Local y Servicios a la Comunidad.
Lo cierto es que fue el propio Carlos Pedrosa el que apuntó a Azcoita como posible su sucesor semanas después de dejar el cargo, al afirmar de él que es «la persona mejor colocada para el próximo congreso regional de UGT». Comentario que comparten varias fuentes consultadas dentro del sindicato.
Con todo, el congreso de la UGT deberá reunir, a priori de forma telemática, a 119 delegados repartidos entre las Uniones Provinciales y las federaciones de manera proporcional al número de afiliados y afiliadas de cada organismo. Si bien no se descarta hacer uso del voto presencial en la sede para los delegados que no tengan medios para hacer uso del voto digital.
Carlos Pedrosa dimitió sin previo aviso en diciembre de 2018. Los motivos de su renuncia los centró insistentemente en un único mensaje, mezcla de cansancio y relevo generacional. Como apuntó entonces, «soy un hombre del siglo pasado» y «hacer 70.000 kilómetros al año conduciendo tú, es algo que ya no se hace como se hacía antes». No obstante, el enfrentamiento con algunos sectores del sindicato era más que patente ya entonces.