Un conocido psicólogo, a juicio por abusar de menores

Pilar Muñoz
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Pedro Julio Merino se enfrenta a 17 años y seis meses de cárcel por abusar presuntamente de dos menores tras aplicarles terapias de relajación e inducción a la hipnosis

Un conocido psicólogo, a juicio por abusar de menores - Foto: RUEDA VILLAVERDE

El psicólogo Pedro Julio Merino utilizaba técnicas de relajación e inducción a la hipnosis para someter a abusos sexuales a dos menores de 11 y 12 años tras ganarse la confianza de sus padres y la de las niñas. Así lo recoge el escrito de acusación de la fiscal del caso, que pide una condena de 17 años y seis meses de cárcel para el encausado.

Merino, que va a ser juzgado el próximo martes, en la Audiencia Provincial, es muy conocido en Ciudad Real ya que antes de su detención e imputación se prodigaba en los medios de comunicación y también frecuentaba centros y salas municipales donde impartía charlas-coloquio y conferencias sobre acoso escolar, ciberbullying ...

Este psicólogo, que cursó la carrera en la UNED de Valdepeñas, se presentaba como un abanderado en la lucha contra estos y otros hechos delictivos.

El 30 de abril se sentará en el banquillo de los acusados de la Audiencia para responder ante el Tribunal de la Sección Primera de dos delitos continuados de abuso sexual a menores.

 Según el relato de hechos de la fiscal basado en testimonios y otras pruebas, el conocido psicólogo (64 años en la actualidad) trató en mayo y junio de 2016 a una menor de 12 años que presentaba un déficit de atención. En la primera sesión tras entrevistarse con la madre atendió en su despacho a la chica durante una hora, a solas, aplicándole técnicas de relajación e inducción a la hipnosis «sin conocimiento ni consentimiento de la progenitora» con el pretexto de mejorar su concentración y autoestima.

Cuando consiguió ganarse la confianza como terapeuta, tanto de la menor como de su madre, aprovechó las ocasiones en que quedaba a solas con la niña para aplicarle dichas técnicas con el propósito de «satisfacer sus deseos sexuales» amparado en el estado de somnolencia en que quedaba la menor tendida en una camilla. Y estando en ese estado de letargo abusó de ella, al menos en ocho ocasiones. La menor, según la fiscal, sufrió tocamientos en las mamas y zonas genital por debajo de la ropa. Después conminaba a la niña a no decir nada, llegando a hacerle regalos como un teclado y una visita a un centro de recuperación de animales.

También desde mayo de 2016 trataba a un menor de siete años por problemas conductuales en el ámbito escolar. El psicólogo realizaba las sesiones terapéuticas con el menor, sus padres y su hermana de 11 años. Unos meses después, concretamente el 8 de noviembre, «sin contar con el conocimiento ni consentimiento de los padres» llevó a cabo una sesión individual con la hermana del chico que trataba.  Cuando estaba tendida en una camilla el acusado, según el relato de la fiscal, la sometió a técnicas de relajación e inducción a la hipnosis y, con el propósito de «satisfacer sus deseos sexuales», le efectuó tocamientos en la zona vaginal sobre la ropa que vestía, y en las mamas.

En la siguiente consulta (la tarde del 14 de noviembre) hizo que la menor se sometiera a terapia individua en su despacho y una vez que la dejó en estado de adormecimiento empezó con tocamientos en la zona genital debajo el pantalón y de la braguita. Debido al fuerte impacto emocional que sufrió la menor, a quien le dijo que era un secreto y que no contase nada, esa misma noche explicó a sus padres lo ocurrido, presentando desde entonces un trastorno ansioso depresivo por el que tuvo que recibir tratamiento psicológico, siendo derivada a la consulta de psiquiatría de la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil para estabilizar los síntomas psicopatológicos que sufría.

Por el primer caso, la fiscal pide 12 años de prisión al tratarse de un delito continuado de abuso sexual a una chica menor de  16 años, de mayor gravedad que el segundo por acceso carnal y prevaliendo una relación de superioridad. En el segundo caso solicita cinco años y seis meses. Además de la pena privativa de libertad, la fiscal considera que procede indemnizar a cada una de las menores con 50.000 euros por el daño moral y secuelas de índole psicológico.

Otra denuncia. El psicólogo encausado, al parecer, ha sido denunciado recientemente por  otro delito de abuso. Otra niña podría haber sido víctima del encausado. De momento, el próximo martes va a responder de dos delitos continuados de abuso sexual.