El proyecto de la reforma del entorno del Gran Teatro y de la calle Toledo es uno de los proyectos urbanísticos y de modernización de la ciudad más ambiciosos de los últimos años. Las obras de la primera fase, que comenzaron hace aproximadamente unas tres semanas, avanzan a «muy buen ritmo», por lo que el Consistorio confía en cumplir con el plazo establecido de entre seis y ocho meses. En esta primera fase se invertirán 600.000 euros.
El avance de los trabajos ha permitido poder contemplar ya los acabados finales, donde «se empleará piedras naturales» y desmantelar el popular surtidor de gasolina que se encontraba justo a la entrada del Gran Teatro, un elemento que «obstruía la visión del edificio y que se encontraba a la entrada, en un lugar totalmente equivocado y erróneo». Así lo comenta la responsable del área, Isabel Díaz-Benito, quien en declaraciones a La Tribuna, recuerda que tras «una gestión importante y bastante larga, se ha conseguido que la empresa lo derrumbe», por lo que el surtidor ha desaparecido ya de la imagen del entorno del Gran Teatro.
Díaz-Benito mostró su satisfacción por cómo van los trabajos en esta primera fase en la que actuará sobre 8.600 metros cuadrados de vías públicas para semipeatonalizarlas con aceras y calzada al mismo nivel. En concreto se reformarán las calles Toledo -desde Carretera de La Solana hasta Morago-, Padres Capuchinos -hasta Molinos de Viento-, Molinos de Viento -entre Libertad y Padres Capuchinos- y Libertad. Cuatro calles en las que se ha empezado la peatonalización y en las que se demolerán las calzadas y aceras existentes para dejarlas al mismo nivel (plataforma única). Se cambiará también el pavimento, alumbrado y arbolado para dar «una nueva fisionomía de la zona». «Se dará un aire totalmente nuevo», insiste la concejala de Obras en el Ayuntamiento de Manzanares. En relación al arbolado, Díaz-Benito argumenta que se trata de ejemplares con «muchos años» y que en varias situaciones se da la circunstancia de que las raíces «están ya dentro de las viviendas» de algunas de las calles colindantes, e incluso han deteriorado el sistema de abastecimiento de agua potable, por lo que «la red se renovará por completo». Todos los tilos serán replantados en diferentes zonas verdes municipales.
Las obras del entorno del Gran Teatro avanzan a "buen ritmo"Un proyecto en el que el peatón también tendrá su protagonismo reduciendo la presencia de los vehículos. De esta forma, el Ayuntamiento manzanareño avanza también hacia su compromiso de favorecer diferentes formas de movilidad sostenible como se recoge en el Plan Estratégico ‘Manzanares, Ciudad de las Energías Renovables’.
Al encontrarse en pleno centro, la dificultad del proyecto radica en su dificultad y en las muchas personas a las que afecta, ya que en esta zona existen muchos negocios y edificios públicos, por lo que el Consistorio confía en cumplir con los plazos estipulados y finalizar esta primera fase entre los seis y los ocho meses. En una segunda fase se intervendrá sobre los 7.600 metros cuadrados del interior de la plaza y se llevará a cabo en 2022. Se realizará en las zonas delantera y trasera del Gran Teatro.