La lluvia pausa la búsqueda de los trabajadores sepultados

Agencias
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La lluvia pausa la búsqueda de los trabajadores sepultados - Foto: Miguel Toña

La lluvia ha obligado a suspender este sábado las tareas de búsqueda de los dos trabajadores desaparecidos tras el derrumbe de un vertedero de residuos industriales en Zaldibar (Vizcaya), al que el Gobierno Vasco estudiaba abrir un expediente sancionador tras detectar diversas irregularidades el pasado año.

Más medio millón de metros cúbicos de residuos industriales, entre ellos amianto, se precipitaron el jueves ladera abajo y sepultaron a los dos trabajadores del vertedero -dos hombres de 51 y 62 años-, además de cortar durante horas la autopista AP-8 (Bilbao-San Sebastián) en ambos sentidos y la carretera N-634 a la altura de Zaldibar.

Las labores de búsqueda, dificultosas para los bomberos y ertzainas que participan en la operación debido a la aparición del amianto entre los residuos, se han vuelto más complejas este sábado por la lluvia, que ha hecho el terreno más inestable y ha obligado a suspender los trabajos hasta mañana, domingo, antes el riesgo de deslizamientos, ha informado el departamento vasco de Seguridad

La lluvia pausa la búsqueda de los trabajadores sepultadosLa lluvia pausa la búsqueda de los trabajadores sepultados - Foto: Miguel Toña

Este domingo, con el consejo del equipo de geólogos que participa en los trabajos, se estudiará la situación y se decidirá cuándo continuar.

Esta tarea se realiza con "muchísimo cuidado". Los bomberos y ertzainas que tratan de encontrar a los trabajadores desaparecidos utilizan buzos, máscaras y guantes para protegerse del amianto, y retiran los restos principalmente a mano, ya que apenas emplean maquinaria dada la inestabilidad del terreno.

El sindicato Euspel de la Ertzaintza ha asegurado este sábado que todos los agentes que hayan participado en el operativo van a ser sometidos a controles médicos voluntarios, con el fin de garantizar la máxima atención a su salud.

La inestabilidad del terreno también ha impedido acceder a los vehículos de bomberos a la parte superior del vertedero para extinguir un pequeño incendio que se originó ayer. Según la viceconsejera de Medio Ambiente del Gobierno Vasco, Elena Moreno, no están ardiendo residuos que pudieran generar componentes tóxicos.

Moreno ha visitado este sábado la zona del derrumbamiento y, en declaraciones a ETB, ha asegurado que su departamento se encontraba "en el punto" de "valorar la apertura de un expediente sancionador" a la empresa del vertedero -Verter Recycling 2002 S.L.- tras descubrir en su actividad varios "incumplimientos".

Entre esos incumplimientos, la viceconsejera ha citado que la chimenea del vertedero no medía correctamente las emisiones de metano, que se habían depositado materiales para los que no se disponía de autorización, aunque en "cantidades pequeñas", y que se habían efectuado algún relleno no autorizado.

Moreno ha dicho que al Gobierno Vasco "no se le había comunicado" que hubiera "ningún problema de estabilidad" de la ladera derrumbada" o que se hubieran detectado "fisuras" que indicaran que el vertedero era "inestable".

Sobre la actividad de la empresa, EH Bildu ha hecho público este sábado un informe de noviembre de 2019 del Servicio de Inspección Ambiental, dependiente del departamento vasco de Medio Ambiente, en el que se refleja que el Gobierno Vasco constató en junio de ese año que el grado de cumplimiento de la autorización ambiental del vertedero de Zaldibar era "bajo" y que existían "incumplimientos significativos o severos".

El departamento de Medio Ambiente ha dado a conocer, por su parte, un informe sobre ese vertedero realizado por una ingeniería que aconsejaba asegurar la estabilidad del terreno para evitar accidentes, encargado después de que el Ejecutivo hubiera detectado algunos aspectos a subsanar en esa escombrera.

La empresa, que obtuvo autorización ambiental para la actividad de vertedero de residuos no peligrosos de origen industrial en Zaldibar el 22 de enero de 2007, tuvo inspección en junio de 2019 en la que "se detectaron distintos aspectos a subsanar, por lo que se emitió requerimiento para que se aportara documentación complementaria".

La empresa respondió en octubre de 2019 aportando diversa información y un estudio de una ingeniería especializada, que en sus conclusiones recogía que el vertedero era "estable con la configuración actual", aunque hacía algunas recomendaciones, entre ellas la necesidad de realizar un control de los materiales de llenado y sus características resistentes, así como "controles geotécnicos esporádicos de los materiales que se vayan vertiendo".

El vertedero siniestrado registró unas 511.000 toneladas de residuos en 2019, de las que 4.200 eran materiales que podían contener residuos de construcción con amianto, según los datos facilitados por el Gobierno Vasco.

EH Bildu ha asegurado en una nota que pedirá al Gobierno Vasco que aclare qué medias se pusieron en marcha para hacer cumplir la normativa tras esa inspección y si abrió expediente sancionador a la empresa.

El departamento de Medio Ambiente ha señalado que el consejero, Iñaki Arriola, está dispuesto a dar "explicaciones más amplias que sobre el control ambiental de la instalación".

Mientras tanto, en la parte inferior de la ladera desplomada, excavadoras y camiones se afanan para retirar tierra de los márgenes de la autopista AP8 para lograr la limpieza total de vía y abrir lo antes posible los cuatro carriles de esa carretera. Provisionalmente, la circulación fluye en ambos sentidos por un "by-pass" habilitado en viernes con los carriles ya despejados.