Víctor G. R., de 21 años, se enfrentará la semana entrante a un nuevo Tribunal después de que otro le absolviera de un delito de agresión sexual y la Fiscalía de Ciudad Real recurriera el fallo ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha que ordenó la repetición del juicio con magistrados diferentes.

La Fiscalía mantiene su petición de 11 años de cárcel para el encausado, diez por un presunto delito de agresión sexual y un año y seis meses por amenazas. Además de la pena privativa de libertad, el Ministerio Público solicita que el acusado indemnice a la víctima con 12.000 euros por el daño moral y el trastorno de estrés agudo que sufre a consecuencia de los hechos denunciados. 

El Tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, que enjuició los hechos en 2019, absolvió a Víctor G. R., de 20 años entonces, al considerar que no se había podido dar como probado el delito de agresión sexual por «existir serias dudas» respecto a que el encausado empleara la fuerza o la violencia que describió la denunciante para vencer su voluntad y mantener por ello las relaciones sexuales completas.

La fiscal del caso, Gema Romero del Hombrebueno, presentó a primeros de diciembre de 2019 el recurso de apelación pidiendo la nulidad de la sentencia y por ende, del juicio celebrado el 4 de noviembre de dicho año. Según indicó la fiscal a este diario, «no se valoraron ciertas pruebas», entre ellas la de cargo, esto es, el testimonio de la víctima. La fiscal sostiene que hay pruebas de que el procesado es autor de un delito de agresión sexual, por el que pedía una condena de once años de cárcel. El Tribunal «tuvo otra concepción distinta" y absolvió al acusado, pero la fiscal está convencida de que no se han valorado todas las pruebas y por ello interpuso un recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Castilla-La Mancha.

En este sentido, el fiscal jefe, Luis Huete, aseguró a La Tribuna que «la posición de la Fiscalía no puede ser otra que la repetición del juicio con otros magistrados». Explicó que cuando se trata de sentencias absolutorias, «la limitación que existe en cuanto a error de apreciación de la prueba solo puede llevar a que se devuelva la causa a la Audiencia para que dicte una nueva sentencia porque no se hayan valorado todas las pruebas o para que se realice un nuevo juicio con magistrados diferentes».

El recurso fue admitido y el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha resolvió que había que repetir el juicio. Según la denuncia, los hechos ocurrieron la noche del 15 de abril de 2018 en un callejón de Porzuna. 

El acusado, de 21 años, y la denunciante de 20, ambos de Porzuna, se conocían desde que ella tenía 12 años. Desde entonces mantuvieron encuentros de índole sexual. Ella reconoció ante el Tribunal de la Audiencia de Ciudad Real que él le dio le primer beso, que empezaron a ‘tontear’ y que en marzo de 2018 mantuvieron una relación sexual «plena y consentida», después otra, que empezó siendo voluntaria, pero en la que ya observó una conducta de él que no le gustó. «Ojalá hubiera denunciando entonces porque no se habría producido la tercera relación, la violación», aseguró en el juicio.

La fiscal en su alegato dejó sentado que "no se está juzgado la vida sexual de la denunciante, una joven de 20 años que es libre para decidir cómo y con quién desea mantener relaciones sexuales» y mantuvo su petición de 11 años y seis meses de cárcel para el acusado al considerar probado que es autor de un delito de agresión sexual (violación) y otro de amenazas. 

El próximo 9 de febrero la Audiencia Provincial de Ciudad Real volverá a abrir juicio contra Víctor G. R., de 21 años, con un nuevo tribunal enjuiciador.