El marco de naturaleza que ofrece La Atalaya supone un privilegio a escasos kilómetros de la ciudad, cuyo disfrute se fomenta también ahora con la incorporación de seis rutas señalizadas que habilitadas en las 400 hectáreas de terreno que estaban en manos privadas y que fueron adquiridas por el Ayuntamiento en el año 2019.

Perfectamente definidas, catalogadas según la dificultad, con hitos cada 50 metros que facilitan su seguimiento, con señalética en los cruces para favorecer la orientación y con la posibilidad de descargarlas en dispositivos móviles a través de Google Maps, el pulmón verde de la ciudad está más dirigido que nunca a la práctica del deporte, a alternativas saludables que acercan la naturaleza y al respeto al medio ambiente. Y este es el objetivo que ha perseguido la Concejalía de Medio Ambiente con este proyecto que ha visto la luz recientemente de la mano de la concejala del área, Mariana Boadella.  

«El objetivo es abrir La Atalaya a su uso público, siempre respetando lo que significa La Atalaya, que es naturaleza y un patrimonio natural que tenemos todos». Boadella expresó su deseo de que quienes utilicen estas rutas «cuiden el monte y hagan uso de los senderos» que se han señalizado para su disfrute «desde el respeto». 

Un pulmón verde para recorrer con nuevas rutas - Foto: Rueda VillaverdePara el diseño de estas rutas se ha hecho un proyecto de deslinde y amojonamiento de toda la propiedad, así como un levantamiento topográfico e instalación de elementos de señalización en todos los itinerarios, disponibles para su uso a pie o en bicicleta. «Las rutas se han diseñado en colaboración con el Patronato de Deportes pensando tanto en el que viene a pasar un rato para hacer ejercicio moderado, hasta el que quiere hacer una ruta de trail y para la que se requiere de un mayor esfuerzo físico», detalló la edil. 

Para los visitantes no hay pérdida. Junto al aparcamiento ubicado en la entrada a este monte se han habilitado unos paneles en los que se informa de las rutas. Para recorrer a pie, andando o corriendo, se cuenta con tres rutas que se añaden a las dos existentes en la que era la zona tradicional de La Atalaya:la fácil cuenta con 6,3 kilómetros; la moderada, debido a la intensidad que requiere, tiene 5,4 kilómetros (ambas empiezan y terminan en el aparcamiento);y la tercera, moderada o difícil, consta de 5,2 kilómetros que comienzan y terminan algo más arriba del aparcamiento, en la llamada curva del camino. En total, 16,9 kilómetros por los que adentrarse en este entorno natural. 

Las rutas para BTT se han señalizado desde una moderada/ fácil de 6,3 kilómetros que se inicia y finaliza en el aparcamiento; otra moderada de 7,2, con punto de partida y de llegada en la curva del camello; y una moderada/difícil, de 5,6 kilómetros también con salida y llegada en el aparcamiento. En este caso, se suman a una ya existente de 1,9 kilómetros. En total, 21 kilómetros de senderos establecidos en estos itinerarios para bicicletas. Las rutas se pueden consultar en el enlace https://turismo.ciudadreal.es/project/ciudad-real-atalaya/#.YOcS7sOG5bs.

Un pulmón verde para recorrer con nuevas rutasBoadella destaca que si bien estos caminos podían ser conocidos por los amantes de deportes como la bicicleta, ahora acercarán La Atalaya al conjunto de la ciudadanía con itinerarios que facilitan la práctica de la actividad física según el nivel de intensidad que quieran establecer. «El que haya carteles y zonas marcadas hará que se anime más gente. Es un proyecto muy bonito y que hacía falta, ya que no teníamos algo así en Ciudad Real y tan cerca», afirmó a La Tribuna Luis Miguel Mejías, aficionado a las rutas en bici y que comenta la necesidad de que ese uso se haga siempre con «respeto a la naturaleza». Lo considera una alternativa saludable y de naturaleza.