Tras un buen 2019, la ONCE se centra en mantener el empleo

L.G.E.
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Aunque perdieron un trimestre de ingresos y en julio las ventas bajaron al nivel de hace dos años, la ONCE quiere mantener en la región a sus 2.784 trabajadores

Tras un buen 2019, la ONCE se centra en mantener el empleo - Foto: Ví­ctor Ballesteros

«Tenemos un sentimiento agridulce, 2009 fue un año maravilloso, de los de mayor solvencia para la organización, pero la vida cambia y vino una pandemia». El presidente del Consejo Territorial de la ONCE en Castilla-La Mancha, José Martínez, empezó así el balance que hacen todos los veranos de la labor realizada por su organización el año anterior. Pero este 2020 ha trastocado demasiado la vida de todos como para quedarse solo con los buenos números de 2019. Y  fueron buenos:los ingresos por juego responsable subieron un 4,4% (en Castilla-La Mancha un 6,44%), la facturación de las empresas del grupo Ilunion creció un 5,8% y en  toda España generaron 11.340 empleos. En Castilla-La Mancha fueron 947, incluyendo 35 nuevos contratos indefinidos.

Pero llegó el coronavirus. La ONCE y sus integrantes están más que preparados para luchar contra los reveses. Su delegado territorial, Carlos Javier Hernández, lo comentó al mencionar que en 2019 se sumaron a la ONCE 152 castellano-manchegos, «que se encontraron con ese revés en su vida, algo que no esperaban, como una pandemia, pero para eso estamos en la ONCE para trabajar por su autonomía e inserción laboral».

Y eso se marcan para un complicado 2020. Aunque dejaron de percibir ingresos por el juego durante un trimestre entero, Hernández apuntó que están peleando para conservar los puestos de trabajo. «Estamos centrados en mantener esos puestos de trabajo, pues detrás de ellos hay realidades y familias», insistió.

En la presentación del balance se mostraron dos ejemplos. Uno es el del vendedor David Zambrano, que el año pasado se hizo indefinido. «Tuve un accidente en el 95 y en una de las manos no tenga una movilidad bastante bien», contó. Dijo que la ONCE le ha proporcionado trabajo desde hace años, que siempre han sido «muy amables con los trabajadores» y en 2019 le hicieron fijo. «Espero estar toda la vida con ellos», contó. Él vende por la zona de Illescas (Toledo).

Esther Rezusta coordina el servicio Atendo para Renfe, que ayuda a las personas con dificultades de movilidad en estaciones y trenes. Contó que eso da trabajo a 46 personas en la región, de las que un tercio tiene algún tipo de discapacidad.

Ese objetivo de consolidar el empleo en Castilla-La Mancha implicaría mantener los 2.784 trabajadores con los que cerró 2019. Y Hernández no descarta, si se da la posibilidad, crear alguno más. Para eso necesita a la sociedad. «Esto lo tenemos reactivar entre todos», apuntó.

Sabe que «la calle no es la misma» y eso se nota en sus ventas. Calcula que este julio han facturado unas cifras similares a las de hace dos años. En Castilla-La Mancha supone una reducción del 4% respecto a lo que se vendió hace un año.

En los días del confinamiento. Apuntó que, a pesar de dejar de percibir ingresos durante el Estado de Alarma por el juego responsable, la ONCE tuvo que reforzar algunos servicios. «La parte social no ha tenido ERTE», recalcó.  Tirando de sus recursos, de voluntarios y de organizaciones como Cruz Roja, la ONCE ha prestado ayuda a las casi 3.000 personas ciegas de la región, especialmente a 400 mayores que viven solos para ayudarles con algo que se volvía tan complicado en esos días como hacer la compra. Hicieron más de 7.000 llamadas telefónicas y sus equipos docentes han trabajado para facilitar las clases desde casa a 322 estudiantes de Castilla-La Mancha con discapacidad visual.

Y quizá mucha gente no lo sepa, pero en sus lavanderías industriales «se ha lavado la gran parte de la ropa hospitalaria del Covid». En Castilla-La Mancha las tienen en Huete (Cuenca) y en Marchamalo (Guadalajara).