A salvo del fantasma del coronavirus

D. R.
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El puertollanense Dani Carmona y la veintena de españoles repatriados de Wuhan han dado negativo para el virus y viven sus días de cuarentena en el hospital haciendo «vida normal».

Dani Carmona posa con la caja de galletas que le ha enviado la alcaldesa, en su habitación del hospital. - Foto: LT

Escuchar música, ver series, leer, conversar, hacer algo de ejercicio y, sobre todo, ver partidos de fútbol. Ésta es la rutina de la veintena de españoles que el viernes de la semana pasada regresaron a su país tras ser repatriados de la ciudad china de Wuhan, principal foco de infección del coronavirus. Entre ellos se encuentra el puertollanense Dani Carmona, el único castellano-manchego de todo el grupo, que desde el 31 de enero convive junto a sus otros 20 compañeros en una planta del hospital militar Gómez Ulla, en Madrid, afrontando las dos semanas de cuarentena a las que han sido sometidos por parte del Ministerio de Sanidad para descartar que sean portadores de este virus que ya se ha extendido por diferentes partes del planeta y que supera ya los 700 fallecidos.

«Estamos todos muy bien y prácticamente estamos haciendo vida normal. Tenemos una planta entera del hospital para nosotros y nos han dado una sala para hacer ejercicio y demás, y también contamos con una sala común para juegos de mesa, charlar y demás». Así se pronuncia este joven, entrenador del equipo local Wuhan Shangwen Three Towns, al ser preguntado por este diario por su estancia en el complejo hospitalario, dejando claro que el fantasma del coronavirus ya ha quedado atrás, hasta tal punto que «vamos con nuestra ropa y sin mascarillas».

De hecho, las pruebas médicas y los análisis a los que han sido sometidos desde su llegada al hospital militar Gómez Ulla han dado negativo para todos, por lo que no son portadores del virus, si bien han de completar el periodo total de cuarentena establecido por el departamento que dirige el ministro Salvador Illa. Es por ello que tanto Dani como sus compañeros «estamos deseando que llegue ya el próximo viernes» para regresar a sus respectivas localidades y reunirse con familiares y amigos.

No obstante, el contacto con la familia ha sido constante durante todo este tiempo, tanto a través del teléfono e internet como incluso en persona. Cada día hay cuatro horas de visitas a repartir entre los internos, en dos turnos, con lo que la familia más cercana está con ellos en el día a día. Además, esta semana ha recibido un obsequio de la alcaldesa de Puertollano, Isabel Rodríguez, consistente en una caja de galletas de su ciudad. En cualquier caso, Dani tiene claro que lo primero que hará al llegar a casa será «estar con la familia y descansar, y mirar atrás y reflexionar sobre lo vivido» y, sobre todo, «estar tranquilo durante unos días».

Y a pesar de lo vivido, este joven ya piensa en su regreso a Wuhan, puesto que allí tiene tanto su trabajo como su pareja, una joven china llamada Lynn. «Queremos regresar para abril y continuar con nuestro proyecto deportivo. Pero ahora toca descansar», concluye.