Pedro García y la primera vuelta al mundo

C. de la Cruz
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Este desconocido ciudadrealeño tomó parte en la hazaña del Estrecho de Magallanes.

Réplica del navío que entre 1519 y 1522 realizó la primera vuelta al mundo. - Foto: Fundación Nao Victoria

El pasado 10 de agosto se cumplían 500 años de la primera vuelta al mundo, iniciada por Fernando de Magallanes y culminada por Juan Sebastián de Elcano. De entre los 239 hombres que partieron el 10 de agosto de 1519 del Muelle de las Mulas en Sevilla se encontraba el único ciudadrealeño de toda la expedición: Pedro García. Fue tripulante de uno de los cinco barcos de esta aventura, la nao Victoria. Era herrero y sus padres se llamaban Antonio García de Quirós y María García, «vecinos de Ciudad Real», tal y como se extrae de la Relación de expedicionarios que fueron en el viaje de la Especiería del Archivo General de Indias. Poco más se sabe de este ciudadrealeño, salvo que falleció el 1 de mayo de 1521 en Cebú, en las islas Filipinas, junto a otros 26 tripulantes.

Dar la  vuelta al mundo no era la misión inicial, sino que la finalidad era buscar un paso navegable en Sudamérica para alcanzar las islas Molucas, famosas por sus especias y objeto de disputa de las potencias europeas. Las naos Trinidad, San Antonio, Concepción, Santiago y Victoria, tras su paso por el Guadalquivir, partieron el 20 de septiembre de 1519 desde Sanlúcar de Barrameda, en Cádiz.

La expedición llegó a Brasil, exploró el Río de la Plata y el río Uruguay, recorrió la costa sur de la actual Argentina, hasta ese momento desconocida, y arribó finalmente al Cabo Vírgenes el 21 de octubre de 1520. Con la Santiago fuera de combate, las cuatro naves restantes se adentraron en el ahora conocido como estrecho de Magallanes, una tortuosa experiencia  que provocó además la traición de la nao San Antonio, que regresó a España. Con todo, una hazaña digna de entrar en los libros de historia: se había encontrado el paso navegable al otro lado de América. El 18 de noviembre de 1520 se divisó el Pacífico.

Muerte. En aquel momento sólo quedaban las naos Victoria, Concepción y Trinidad. La gesta se enfrentó a la vastedad del Pacífico. En marzo de 1521 arribaron a la isla de Guam, punto de partida hacia los siguientes desplazamientos a Homonhon y Mazava, ya en Filipinas. El 7 de abril de 1521 significó el principio del fin de la vida de Pedro García; la tripulación desembarcaba en Cebú, al principio con temor por parte de la población local y posteriormente con respeto. No obstante, los isleños  de la vecina Mactán desafiaron a la expedición y Magallanes perdió la vida en la retirada de sus hombres. De vuelta en Cebú, el rey local traicionó a los navegantes ofreciéndoles una comida de hermanamiento en la que les tendió una emboscada asesinando a 26 expedicionarios, entre ellos Pedro García.

Los supervivientes cumplieron con el objetivo de esta peligrosa aventura el 8 de noviembre de 1521 llegando a las Molucas. Con Elcano al frente de la Victoria, como si su nombre anticipase su destino siendo la única en regresar, se volvía a Sanlúcar el  6 de septiembre de 1522 con sólo 18 hombres a bordo. Se había logrado dar la vuelta al mundo, una gesta en la que participó el ciudadrealeño Pedro García.