«Perplejidad» ante la salida de la cárcel de García Juliá

R. Ch / EFE
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La Audiencia desestima la impugnación de la liquidación de condena a uno de los autores de la matanza de Atocha y que saldrá en prisión en noviembre

García Juliá (i), a su llegada a España desde Brasil. - Foto: EFE (Fernando Bizerra)

La Audiencia Provincial de Ciudad Real ha desestimado la impugnación de la liquidación de condena practicada a Carlos García Juliá, uno de los autores de la matanza de los abogados de Atocha y que podrá salir de prisión en noviembre, pese a que la Justicia «comprende y comparte la contradicción y perplejidad que causa que un sujeto que se evadió de la justicia española durante un largo periodo de tiempo condenado a 193 años de prisión, sin embargo, pueda mantener los beneficios penitenciarios obtenidos con anterioridad a su evasión». El auto que desestima la impugnación contra la liquidación de la condena de García Juliá y al que ha tenido acceso La Tribuna explica que la decisión «no es una cuestión de sentimientos que lógicamente se respetan sino principio de legalidad y de aplicación de la norma vigente en su momento. Así si es de aplicación el Código Penal de 1973, es obvio que lo es en toda su extensión y con el rigor o más bien, la escasa contundencia que en cuanto al cumplimiento efectivo de las penas regía en el mencionado Código de 1973».

Carlos García Juliá podrá salir de esta forma de prisión tras rebajarse de 10 años a diez meses la pena que le queda por cumplir de unos últimos hechos por los que fue juzgado en Ciudad Real y que no tienen nada que ver con la matanza de Atocha, de la que García Juliá fue uno de los autores en 1977. Fue extraditado en febrero de este año a España tras ser arrestado en Brasil.

La matanza de Atocha fue perpetrada por tres ultraderechistas que irrumpieron en un despacho de abogados, donde asesinaron a tiros a cinco personas, entre ellos tres abogados, un estudiante de Derecho y un administrativo.

García Juliá fue condenado a 193 años de prisión en 1980, pero tan sólo cumplió 14 años de la pena que le había sido impuesta. En 1991 consiguió la condicional y, años después, logró un permiso para viajar a Latinoamérica por una oferta de trabajo y, aunque el permiso fue revocado posteriormente, nunca regresó. Tras décadas prófugo y un periodo encarcelado en Bolivia, fue arrestado a finales de 2018 en Sao Paulo, donde estaba detenido desde entonces en la sede de la Policía Federal, hasta que fue extraditado a España.