Son actuaciones que marcan un circuito de entrada y salida, hidrogel en todos los espacios comunes y zonas de desinfección y patios burbuja, que permitan que los alumnos mantengan incluso en el tiempo de recreo el grupo que tienen en el aula. El director de Carlos Eraña, Eduardo Madrid, recordó que se ha cumplido con las orientaciones que se les ha dado y que de forma concisa están marcadas por "la limpieza de manos, la mascarilla y la separación", los tres elementos que todos hemos aprendido durante los meses de la pandemia. En un centro educativo esto implica que haya una alfombra en la entrada, dispensadores automáticos y tomar la temperatura en las aulas. A este aspecto se suma que haya una sola dirección de circulación por todo el edificio y que las puertas y ventanas se encuentren abiertas siempre. Para la distancia se ha logrado desdoblar grupos y usar anexos, además de que parte de los estudiantes de comedor puedan llevarse la comida a casa, si no desean quedarse lo que ha permitido que incluso en ese momento se mantenga la lejanía que evite el virus entre los estudiantes.

A estos aspectos se suma que un centro como este cuente con el patio dividido por rayas dibujadas en el suelo que separen los distintos cursos y no haya "interacción" entre ellos, comentó el director, de tal modo que "haya grupos estables". En el lado de los profesores se mantienen las mismas medidas con sus mascarillas o batas para evitar los contagios, a los qu ese suma la compra de desinfectante para limpiar las aulas.

"Esto es ver cómo va a funcionar", explicó el director, quien recuerda que se está en el día 1 y es necesario analizar lo que vaya pasando estos primeros días para ver las futuras necesidades. Lo que sí está claro es que "todos los estudiante tenían muchas ganas de empezar y el teletrabajo para los estudiantes de más edad pueden ser efectivo pero en infantil la educación emocional es tan importante como la educación formal". 

Circuitos, hidrogel y patios burbuja para empezar las clases - Foto: Rueda Villaverde

Mientras, en la Secundaria, esta semana se ha dedicado a hacer las presentaciones, presentar los protocolos de seguridad, que los estudiantes conozcan su espacio y sepan cómo deben acudir al centro. En el IES Juan de Ávila, por ejemplo, hoy se ha dado la bienvenida a los alumnos de primero y segundo de ESO, mañana se hará a tercer y cuarto curso y el viernes a Bachillerato. A todos ellos se les explicará en el ágora, una plaza central que cuenta el instituto al aire libre, los horarios de entradas, escalonada cada cinco minutos por curso y entrando al centro por una puerta diferente, su espacio par el patio, también existe zona dedicada a cada curso y, por último, las normas básicas del centro, como la obligatoriedad de llevar mascarilla, el uso de hidrogel y la necesidad de que tengan repuesto a las medidas de seguridad. Lo demás es todo muy similar, incluida la existencia de un aula COVID, un espacio apartado del centro en el que si algún alumno o un profesor tiene síntomas será aislado, mientras se avisan a los padres o a las autoridades sanitarias. 

Una clave es "la buena voluntad" y "mantener la calma" en estos primeros días del curso, comentó la directora, Prado Alba, quien recordó que han tenido que realizar una redistribución de los espacios, han contado con más personal y han solicitado la semipresencialidad para algunos cursos de Bachillerato, ante la dificultad de mantener las distancias en las aulas. Esto es clave, ya que desde el centro se ha optado porque los estudiantes se queden en su aula y solo salgan para las asignaturas de informática. "El instituto es un sitio seguro con todas las medidas que se están tomado", señaló la directora del instituto, quien apuntó a que este primer día han acudido todo los estudiantes.

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