Este 2021 se celebra el centenario de uno de los grandes de la música. Astor Pantaleón Piazzolla nació en 1921 y desde sus primeros años fue una persona que vivió entre Argentina y Nueva York, entre el tango y el jazz. Una mezcla musical que sirvió con el instrumento más típico del tango: el bandoneón. Esta noche, a las 21 horas en el auditorio de La Granja, su música será recordada por el quinteto Piazzolleando, compuesto por Sheila Blanco, en la voz; Claudio Constantini, en el bandoneón; Federico Lechner, al piano; Toño Miguel, en el contrabajo; y Andrés Litwin, en la batería. La actuación es la segunda programada por la asociación Real Jazz, en este momento de ‘reapertura’ tras la pandemia. 

«El tango tiene ese componente folclórico y canto en argentino, que para mí es un idioma más, con otras formas de expresarse, con un fraseo distinto», explica la cantante Sheila Blanco, colaboradora en varios programas de la SER y que ha estado en la provincia con otras actuaciones en que ha llenado o rozado el lleno. El bandoneón recuerda que tiene un timbre que permite «la improvisación y que tiene una armonía mucha más rica», lo que permite ver la evolución del tango. 

El concierto que ofrece este quinteto está proyectado casi como un concierto de música clásica, con «apenas pequeñas presentaciones» de la pieza que realizan. «Piazzolla mezcló el tango argentino con el jazz y la música clásica, que él también estudió». Blanco apunta que el compositor argentino estudió piano, pero como no tenía instrumento para tocarlo se llevó «mucha de la técnica y de la armonía clásica» al bandoneón. «Fue el primero que lo hizo y lo que queremos es que el tango, el jazz y la música clásica convivan» mediante la interpretación del quinteto.