Rumbo a américa

D. Farto
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La actriz piedrabuenera Gloria Albalate estará a finales de agosto en Quito, en su primer salto a través del Atlántico, para poner en escena su espectáculo 'Putas rancheras', una denuncia de la prostitución a partir de la música más machista

Rumbo a américa

La actriz piedrabuenera Gloria Albalate sigue dando que hablar con sus espectáculos musicales y hasta se atreve a dar el salto a América con su Putas rancheras, un musical que se adentra en el debate de la prostitución tomando como envoltorio el que probablemente sea el género más machista del mundo de la canción. A finales de este mes, el 30 y 31 de agosto, se subirá al escenario de la Creperola del Teatro, en Quito (Ecuador).

En una conversación con La Tribuna, la piedrabuenera, que recientemente estuvo nominada a  actriz revelación en los premios de la Unión de Actores y Actrices, insiste en que este viaje es fruto de la iniciativa privada, lo mismo que el montaje que ha dado lugar a este viaje. «En principio son dos días, pero si hay interés luego podemos pegar el salto a otros lugares», detalla.

En este sentido, considera importante «haber establecido contacto con América Latina» con una obra que aborda una cuestión como la prostitución que en algunos de estos países está muy presente.

«Estamos intentando llevar el montaje a todos los sitios que podamos», detalla antes de insistir en la limitación de que todo es a iniciativa de la propia compañía, de forma particular, sin respaldo institucional de ningún tipo, por lo que se hace mucho más difícil llegar a determinados escenarios. Las actuaciones en Quito son un modo de «abrir la puerta».

Gloria Albalate actúa en compañía de la pianista Marina Liapi y el trompeta Álex Tatnell, con la dirección de Jorge Gonzalo. En su opinión, la clave de este espectáculo que se estrenó el pasado mes de octubre en el Teatro de la Sensación de Ciudad Real es que «seleccionamos los temas con muy mala leche», letras que permiten poner de manifiesto «los prejuicios con que afrontamos la prostitución». Es una visión crítica pero que evita decantarse por una postura concreta que «a la gente le llega», apunta.

De esta forma, el espectáculo recuerda los estereotipos que marginan a la mujer, con independencia de si su participación es forzada o la mirada paternalista de quien pretende ayudar a estas mujeres sin reconocerles su propia voz.

A partir de septiembre, Putas rancheras estará en escenarios de Madrid y Castilla-La Mancha. Albalate apuesta por montajes muy personales; desde que sorprendiera con Ellas mis muertitas, dedicado a Chavela Vargas, Violeta Parra y Mercedes Sosa, al que siguió La Gloria de Lavapiés, centrado en Gloria Fuertes.