Las malas expectativas que ya barruntaba el lunes el Ayuntamiento de Ciudad Real se han confirmado y tan sólo una empresa ha formalizado su petición en el proceso de precomercialización de parcelas del polígono Oretania que se inició el pasado 14 de octubre y que finalizó ayer. La Entidad Estatal de Suelo (Sepes) confirmó a La Tribuna que, al cierre del plazo, sólo una empresa había dado el paso para instalarse en dicho suelo industrial, en concreto, una firma vinculada a las energías renovables y que pide una superficie de unos 5.000 metros cuadrados. De este modo, se confirman los peores temores del Ayuntamiento, ya avanzados por este diario el martes, cuando el concejal de Promoción Económica y presidente del Impefe, Pedro Maroto, señalaba el apenas interés que había causado este polígono.
Las empresas han dado la espalda a esta infraestructura que lleva años siendo demandada por el Ayuntamiento de Ciudad Real al Gobierno de España, en concreto a la Entidad Estatal de Suelo, y para la que se llegó a asegurar que había un listado de unas 25 empresas interesadas (que nunca se dieron a conocer) y cuya inscripción no ha cristalizado en este proceso de preventa, como tampoco el de las cinco firmas «fuertes» que hace apenas unas semanas también se señalaban y que no han dado su 'sí' a las condiciones impuestas por Sepes.
Ante este fracaso de la precomercialización, dado que ni se ha logrado que la demanda se aproxime a los 50.000 metros cuadrados que exigía la entidad estatal para desarrollar el polígono, es decir, la mitad de lo que iba a ser la primera fase, tanto Sepes como el Ayuntamiento afirman que analizarán la situación y adoptarán las decisiones oportunas. Sepes, de momento, no habla de descartar su ejecución, del mismo modo que el Consistorio plantea «cambiar de estrategia» para tratar de relanzar su construcción.
Asimismo, mientras que para la Federación Empresarial de Ciudad Real (Fecir) el precio fijado por Sepes es «caro», 87 euros el metro cuadrado, para el Consistorio se trata de una cuestión que si bien ha podido influir, no es determinante, dado que considera que lo principal es que el interés de las empresas por instalarse y después buscar negociar el precio. «Nadie nos ha dicho que el precio es caro, simplemente las declaraciones que por parte de otras personas ha habido», dijo Maroto.