Lucas Grandi ha sido una de las incorporaciones del Vestas Alarcos para esta campaña. Procedente del Villa de Aranda, con el que logró el ascenso a la Liga Asobal, el argentino ha vivido en sus carnes las consecuencias de la pandemia, pues dio positivo en el test PCR al que se sometió la plantilla antes de comenzar la pretemporada. Este caso supuso el aplazamiento del inicio del trabajo del conjunto ciudadrealeño y que los jugadores tuvieran que permanecer aislados para evitar contagios. "Al final no se sabe si fue un falso positivo porque en su segundo PCR y un test serológico di negativo. Lo importante es que recibí un apoyo total del club, que me ayudó en todo lo que necesité. Luego me he podido reincorporar con los compañeros con total normalidad y las sensaciones están siendo muy buenas". Tiene 26 años y puede desenvolverse en todos los puestos de primera línea, una polivalencia que enriquecerá las alternativas ofensivas del conjunto manchego. "Es un proyecto que me ilusiona. Ya hubo comunicaciones otros años y tengo muy buenas referencias del club y de la ciudad. Llevo aquí desde junio por la pandemia y la adaptación ha sido muy buena", ha explicado en su presentación el jugador argentino, que prefiere no marcarse objetivos a largo plazo: "Ahora todo está condicionado por la pandemia y lo único que queremos es que pueda arrancar la competición y llegar bien a ese primer partido". Sobre el hecho de tener que jugar este sábado con mascarilla un amistoso ante el Alcobendas, Grandi admite que "será complicado porque el balonmano requiere de un gran consumo de oxígeno y creo que eso implicará un descenso en la intensidad. Esperemos que todo se pueda solucionar pronto y empecemos la Liga con normalidad".