La Organización Interprofesional del Melón y la Sandía está trabajando en la elaboración de un censo de productores y comercializadores, con el fin de clarificar la composición del mercado y su potencial productivo. La elaboración de este censo es uno de los trabajos que se ha fijado para 2019 la Sectorial del Melón y la Sandía de Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha, que forma parte de la Organización Intersectorial, según indicó ayer en una nota de prensa la entidad que agrupa a las cooperativas de la región.

Este censo «permitiría clarificar la composición de este complicado mercado y el potencial productivo del mismo» y a continuación «poder iniciar con mayores garantías la implantación de una extensión de norma que ayude a afrontar los gastos con la que poder desarrollar actuaciones de promoción del melón y la sandía de Castilla-La Mancha, necesaria para aumentar y valorizar su consumo». 

Los trabajos que se desarrollan en el seno de la Organización Interprofesional han sido analizados por la Comisión Sectorial de Melón y Sandía de Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha, en una reunión en la que se ha hecho las primeras previsiones de superficie y de las variedades que se esperan sean sembradas por los agricultores y socios de las cooperativas. Para la campaña de este año, la sectorial de Cooperativas Agro-alimentarias prevé un ligero descenso de la superficie de siembra, que en la política agraria común (PAC) de 2018 rondaba 6.000 hectáreas en melón y 2.400 hectáreas en sandía, con un crecimiento paulatino de variedades de sandía en detrimento del melón. Y con respecto a la campaña 2018, la entidad señaló que se caracterizó por la volatilidad de los mercados, unos precios medios bajos que cuestionaron seriamente la rentabilidad de las explotaciones de los productores «y, de nuevo, una importante disgregación de los vendedores frente a pocos compradores».