«No aspiramos a crecer en espacios sí a mantener la calidad»

M. Sierra
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Director de la muestra desde 2018, defiende la necesidad de seguir en la línea feminista y americanista

«No aspiramos a crecer en espacios sí a mantener la calidad»

Se le ve satisfecho, y eso no se puede fingir, ante los números que ha dejado la 42 edición que habla de 55.000 personas interesadas en los áureos y que para el director de la muestra, Ignacio García, son el indicador «de que vamos por el camino adecuado».

¿Satisfecho con esta edición?

Mucho.

¿Qué se ha quedado en el tintero?

Para el año que viene, claro, hay que seguir avanzando en el camino que nos hemos marcado y llegar más lejos, por ejemplo, consiguiendo que la participación feminista se convierta en algo normal. Nos queda mucha América por entender y por recibir. El siglo XVI y XVII hubo mucha América por conquistar y ahora queremos que vengan y nos cuenten su visión.

La próxima parada en ese intercambio será Chile...

Es un país con una pujanza cultural muy importante y creo que nos van a dar una visión del siglo de Oro muy diferente. Además, es el último confín de la lengua española.

¿Tendrá una presencia similar a la de México?

México es excepcional, imagino que Chile se parecerá más a Colombia. Chile es un país pequeño, pero que destaca en las universidades y en las experiencias teatrales. Tiene uno de los festivales sudamericanos más importantes de teatro que es el ‘Santiago a mil’ y una visión muy valiente de lo clásico, por lo que creo que va a aportar una mirada distinta.

Los teatros se han llenado, ¿pero se ha vivido el Festival en la calle?

Siempre lo ha vivido y este año lo ha hecho de manera excepcional, sobre todo por la continuidad entre semana. Creo que la apuesta de Festival por programar seis o siete espectáculos un martes o un miércoles ha llegado muy bien al público. Hemos llegado al límite en cuanto al tamaño, no aspiramos a seguir creciendo en número de espacios y de espectáculos, pero sí hay que consolidar este crecimiento y seguir manteniendo este nivel de calidad muy alto, con cada vez más variedad en las propuestas.

Este año llegar a todo parecía imposible...

Sí, pero es lo que pasa en los grandes festivales, en Aviñón, en Edimburgo... No se hace un festival para que un espectador pueda verlo todo, sino para que se haga su propio menú. Es como ir a un restaurante y querer probar todos los platos. Creemos que es bueno que cada espectador tenga su propia visión de la muestra y sienta que ha vivido una experiencia única.

La pregunta es obligada, ¿necesita Almagro más presupuesto?

Sí. Y lo necesitamos de dos maneras. Una, más gente externa que ponga dinero para generar más productos culturales diferentes. Y la otra, institucional, porque cuando esas miradas aumentan también lo hacen las exigencias para el equipo que lo gestiona y es ahí donde necesitamos más dinero. En los últimos dos años, el Festival ha crecido un 30% y tenemos algo menos de presupuesto porque los extras que hubo en la edición número 40 no se han repetido ni en la 41 ni en la 42 y no ha podido haber aumento presupuestario por la parálisis de los presupuestos generales.

Este año el Festival ha vuelto a abrir la puerta a Ciudad Real capital, ¿es el principio de una colaboración a futuro?

Sin duda, y de una colaboración que pretende ser bilateral, recíproca, queremos seguir llevando a Ciudad Real compañías internacionales que vengan a Almagro, sin competir en taquilla, pero también aspiramos a que de la propia sociedad cultural de Ciudad Real salgan espectáculos del siglo de Oro.