La misa del gallo más madrugadora

R. Ch.
-

Las restricciones de movilidad en la Nochebuena obliga a las parroquias a adelantar la eucaristía que marca el inicio de la Navidad

La misa del gallo más madrugadora - Foto: Tomás Fernández de Moya

Las limitaciones ante el repunte de contagios y muertes por la pandemia del coronavirus no solo obligará al papa Francisco a adelantar la misa del Gallo en Roma, también en Ciudad Real, las parroquias de la provincia ajustan los relojes para poder celebrar la eucaristía que marca el inicio de la Navidad ante las restricciones a la movilidad que el Gobierno de Castilla-La Mancha oficializó ayer, recortando desde la 1.30 a las 0.30 horas la vuelta a casa de todo el que salga de su domicilio en la noche del 24 de diciembre.

Parroquias como la del Pilar, San José Obrero y Los Ángeles ya habían previsto este escenario y anunciaron con antelación los horarios de la tradicional misa, que será a las 18.30, 19 y 19.30 horas, respectivamente. En San José, el párroco Lorenzo Navarro explicó que la decisión fue «bien aceptada» por la comunidad religiosa y que se adoptó en el puente de la Constitución, «para evitar que hubiera cambios de última hora». Desde San Pablo, su párroco Antonio González indicó que allí, la misa se adelanta a las 19 horas «porque más tarde será muy complicado hacerla».

El coronavirus ha obligado a alterar los planes de las parroquias o, directamente los ha echado por tierra. Así ocurre en Santiago, donde mañana no habrá misa del Gallo, «aunque habrá misa normal a las 19.30 horas y el día 25 se celebrarán tres: a las 12, a las 13 y a las 19.30 horas». En San Pedro, las novedades en el toque de queda obligaron a reajustar los planes. La intención, hasta este martes, era celebrar la misa a las doce y media de la noche y ahora pasa a las 20 horas. En la Catedral, la cita será a las 20 horas y la presidirá el obispo de la Diócesis de Ciudad Real, Gerardo Melgar, y ajustados tanto al horario como al aforo permitido por Sanidad, que en el nivel 3 de medidas anticoronavirus mantiene en menos de la mitad, un 40%, la capacidad máxima de los templos para acoger a personas que acudan a esta celebración.