Asestó una puñalada al amante de su mujer en un "arrebato"

Pilar Muñoz
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Los forenses afirman que el hombre acusado de intentar matar a un vecino que decían que eran el padre de su hijo pequeño, «se arrepintió» de inmediato al ser consciente de las consecuencias

Asestó una puñalada al amante de su mujer en un "arrebato" - Foto: Pablo Lorente

La situación superó a un «hombre tranquilo, familiar y trabajador». Enterarse de que su mujer le engañaba y de que su hijo pequeño podría no ser suyo le llevó a un estado de «intenso estrés emocional» y su voluntad sufrió un «refreno» ante una provocación. Así lo han atestiguado los forenses que examinaron al acusado de intentar acabar con la vida del supuesto amante de su mujer en Malagón, en marzo de 2018.

Los especialistas en Medicina Legal han sido contundentes en su exposición y han desmontado en la segunda sesión del juicio que se sigue en la Audiencia Provincial la tesis de la letrada de la acusación particular que califica los hechos de tentativa de asesinato y pide una pena de 11 años de cárcel, a los que suma cuatro más, dos por lesiones y otros tantos por allanamiento de morada.

Los forenses han asegurado que José Antonio G. S., de 46 años, se arrepintió de inmediato al ser consciente del alcance de su acción: asestarle un corte en el cuello y golpes al supuesto amante de su mujer tras decirle éste que su hijo pequeño era suyo. «Se arrepintió» de causar heridas a un vecino y de las consecuencias que iba a acarrear el hecho a su familia. José Antonio G. S. «era el sustento de la familia» y sabía que iba a ir a la cárcel y que no iba a poder atender a su mujer y a sus hijos, han subrayado los médicos que le examinaron para emitir el informe de imputabilidad.

José Antonio G. S. «sabía lo que hacía, pero su voluntad estaba mermada» por la situación que se desencadenó y actuó llevado por un estado pasional comparable con un «arrebato o acaloramiento», han aseverado los médicos forenses respecto al estallido de emociones que sufrió en menos de 24 horas. Llevaba 18 años casado cuando su mujer se vio abocada a confesarle que se había «encariñado» con un vecino del pueblo. Los hijos mayores de José Antonio se enteraron de la historia y se la contaron.

 Esa noche durmieron con el padre, que no pudo pegar ojo. Por la mañana se fueron al campo para trabajar en los olivos y de paso a ver a la abuela en la aldea de Los Quiles, a la que el hombre se abrazó llorando porque su vida familiar «se desmoronaba», «se venía abajo», ha detallado en su exposición la forense Elena Baena.

Al regresar a Malagón, él y su mujer decidieron ir a casa de José Raúl G-N. G., de 41 años, para pedirle explicaciones. Fue entonces cuando tras unas palabras el acusado acabó sacando del bolsillo la navaja que llevaba siempre que iba a trabajar en el campo y le asestó un corte en el cuello, «una puñalada», según el agredido. Los forenses han explicado que la herida por fortuna «fue leve», aunque potencialmente podría haber sido grave. «Posiblemente no se hizo con fuerza», ha indicado el forense Jesús Martín Tabernero, quien ha añadido que «no hay lesión repetitiva en el cuello», esto es, sólo le asestó un corte en esta zona que llegó al músculo esternocleidomastoideo. Aparte de esta lesión, le causó otras heridas superficiales, defensivas, en el antebrazo y en la mano. Las secuelas que le han quedado son leves, tanto las psicológicas como las estéticas.

Uno de los hechos controvertidos es cómo se produjo el ataque. Según el agredido, José Antonio le cogió de la cabeza y le asestó la puñalada en el cuello, hecho que ha negado el acusado. Los forenses han señalado que en base a las heridas y otras pruebas el ataque se produjo frente a frente.

Los especialistas en Medicina Legal, a preguntas de las partes, también han aludido a la minusvalía que sufre José Raúl G-N. G. a causa de un accidente de tráfico. Tiene problemas de lenguaje y movilidad.

En la vista oral celebrada hoy también ha testificado la hija mayor del procesado (tiene 17 años), quien ha ratificado la declaración de su padre y de su madre.

La hermana del agredido igualmente ha subido al estrado en la segunda sesión del juicio para negar que fuera ella la que dijera que su hermano tenía una relación con la mujer del encausado y que era el padre de su hijo. El juicio continúa mañana viernes con otras pruebas periciales y los informes finales.