El sector agrario de la provincia y de Castilla-La Mancha luchará por mantener el presupuesto de la futura Política Agrícola Común (PAC), que afronta en este 2020 su año clave para configurar su nuevo programa para el periodo 2021-2027. Para este importante reto están abiertas todas las posibilidades, ya que se deben definir desde los nuevos reglamentos hasta el futuro marco financiero, que actualmente supone el 30 por ciento de la renta de los agricultores, mientras que el 70 por ciento restante de los ingresos llega de la mano del mercado.

El objetivo de mantener ese ‘cheque’ para la PAC no será fácil y menos en el contexto actual. La salida de Reino Unido del club europeo (el Brexit) tras la victoria de Boris Johnson en las elecciones, con la importante financiación que aportaba su país a la PAC y «las nuevas prioridades» que se ha fijado la Unión, desde la seguridad hasta la inmigración u otras, podrían poner muy cuesta arriba la negociación. A su favor tienen sin embargo que «es prácticamente la única política común de la Unión Europea, que es su programa con más tradición y que el sector agrario garantiza el abastecimiento de alimentos», resaltó a este diario el director de Cooperativas Agroalimentarias de Castilla-La Mancha, Juan Miguel del Real.

De este modo, reconoce que 2020 será un año «clave» e «intenso» para la negociación, para la que el Ministerio de Agricultura también está inmerso en la elaboración de un Plan Estratégico Nacional que defina la posición de España y el reglamento de transición de una a otra PAC para intentar que tenga el menor impacto posible en los agricultores.

compromiso ambiental. Desde el punto de vista de Cooperativas Agroalimentarias, la nueva PAC también tiene que priorizar medidas que fomenten el papel de las cooperativas y los productores para hacer frente a los retos de un mercado globalizado, así como flexibilizar la normativa de la competencia, para poder adoptar decisiones de regulación en momentos complicados. Además, aboga porque incluya «ayudas asociadas a cultivos importantes como el olivar tradicional», pero también a otros como el girasol o el almendro o una «mayor convergencia en los pagos por hectárea» reduciendo las diferencias actualmente entre unas zonas y otras. Asimismo, desde el punto de vista del Desarrollo Rural piden que se mantengan las líneas de ayuda para el desarrollo de la industria, tecnologías y cooperativas favoreciendo esa integración de agricultores.

Los compromisos medioambientales tendrán más presencia en la futura PAC. Así lo prevé el sector agrario, que asume esos futuros condicionantes pero que cree necesario que se busque «un equilibrio» entre el cuidado del medio ambiente y una agricultura sostenible y productiva.

En esta línea también hicieron hincapié desde la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja) de Ciudad Real. «Hay que destacar el gran esfuerzo para paliar el cambio climático y para mantener el mundo rural», subrayó el gerente de esta asociación, Agustín Miranda. Explicó que en los primeros presupuestos «subieron casi todos los ejes excepto la agricultura», por lo que el dinero «se ha desviado a otros ámbitos que no son el agrario», de manera que la organización pide «que se mantenga» la cartera económica de la PAC y no haya «una bajada del 11%» frente al aumento de algunas partidas «en un 50%». De este modo, subrayó que la Política Agrícola Común «ha sido uno de los ejes fundamentales» del proyecto europeo y exigirá «que se respete el peso que tenemos y el esfuerzo que estamos haciendo». En este sentido, Miranda recordó que «cada vez nos piden más obligaciones, más condicionantes medioambientales» y sin embargo, «no se nos pueden pedir más obligaciones con menos presupuesto».

Asaja prevé que en la futura PAC habrá «una defensa del medio ambiente» y de lucha contra el cambio climático, un ámbito de actuación en el que «no tenemos problema en trabajar en la misma línea, pero desde estudios profundos y ver quien hace las cosas mal». En este sentido, puntualizó que el sector agrario «no llega al 12 por ciento de contaminación a nivel mundial» y que, sin embargo, realiza «un gran esfuerzo» para reducir la contaminación y las emisiones nocivas.

Las cifras. La PAC ‘riega’ el campo con un importante volumen de ayudas cada año. En concreto, el pasado mes de octubre se abonaron en la provincia de Ciudad Real un total de 63,4 millones de euros a unos 28.000 perceptores correspondientes al anticipo de la PAC, el 70% del total. El 30% restante se abona tradicionalmente en diciembre, lo que eleva a más de 90 millones de euros la inyección económica en la provincia. En el caso de Castilla-La Mancha, ese anticipo fue de casi 500 millones de euros a los que se sumó después el 30% restante hasta elevar a 714,28 millones de euros la cuantía anual.

Castilla-La Mancha es la tercera región de España con más presupuesto de la PAC, por detrás de Andalucía y de Castilla y León.