Las entidades sociales llaman a la solidaridad

Manuela Lillo
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El Banco de Alimentos, Cruz Roja o las hermanas de la Cruz siguen movilizando recursos y apelando a la solidaridad a pesar de la mejoría económica registrada

Segundo Alcázar, presidente del Banco de Alimentos, en un supermercado donde se está llevando a cabo la Gran Recogida - Foto: Tomás Fernández de Moya

Aunque la pandemia ha amainado, a la espera del impacto que pueda tener la sexta ola, el duro golpe que asestó el coronavirus a muchas familias en lo económico sigue siendo una herida abierta. La dolorosa imagen de las colas del hambre que trajo la crisis sanitaria no es una cosa del pasado, ya que aún existen muchas situaciones de necesidad para las que continúa siendo fundamental la solidaridad de la que toda la sociedad dio ejemplo en los meses más duros de la pandemia.

Las entidades sociales siguen haciendo un llamamiento a la colaboración de los vecinos para ofrecer una tabla de salvación a quienes menos recursos tienen. El convento de las Hermanas de la Cruz es uno de esos puntos en los que se sigue registrando una gran demanda, peticiones de quienes acuden a la plaza de Santiago y ven un rayo de esperanza gracias a las aportaciones que reciben de estas religiosas. Sin embargo, las necesidades no cesan. «Llevamos dos años muy duros», en los que están «repartiendo todos los días», comentaron desde este convento en el que explicaron que no sólo reparten alimentos, sino también ropa, calzado o productos farmacéuticos. «Estamos saliendo a pedir por la tarde», indicaron como muestra de esa labor que realizan.

También desde el Banco de Alimentos se han volcado en esa labor. Fueron el pilar que sustentó a muchas familias al principio de la pandemia y lo siguen siendo para los que aún lo necesitan. Esta semana, con la Gran Recogida de Alimentos, que finalizará hoy. El presidente del Banco de Alimentos de Ciudad Real, Segundo Alcázar, destacó las aportaciones de familias y empresas, ahora también con donativos debido al COVID y que se transformarán en los alimentos que se necesiten. Una vez finalizada esta campaña especial, también recibirán con los brazos abiertos cualquier aportación. «Lanzo un SOS para que la gente se entregue con el corazón. Hay mucha necesidad, aunque la gente no lo crea», apostando también porque «en Navidad no falta de nada a las familias, aunque la Navidad no es un día, es permanente», en relación a la demanda diaria que existe también aquí.

La presidenta de Cruz Roja en Ciudad Real, Rosario Lafuente, afirmó a La Tribuna que aunque se ha notado una mejoría gracias a la reducción de los datos de desempleo o la incorporación de los trabajadores tras los ERTE tras el levantamiento de las restricciones y el avance de la vacunación, todavía hay personas que necesitan ayuda. «Ya no son los autónomos que tuvieron que cerrar sus puertas, con esa necesidad tan imperiosa que no pudieron soportar la llegada de la pandemia», dijo Lafuente, para evidenciar no obstante que, pese a todo, «seguimos necesitando de la solidaridad de la gente para dar respuesta a todas las personas que lo necesitan». La responsable provincial de la ONG informó que desde el 1 de enero hasta el 31 de octubre han atendido ya a 41.646 personas y han dado 222.665 respuestas a distintos colectivos, dado que Cruz Roja cuenta con programas que abordan tanto desde el desempleo o se focalizan en colectivos como mujeres, inmigrantes, mayores, personas en extrema vulnerabilidad o solicitantes de asilo, entre otros.

Sus más de mil voluntarios son el alma de un corazón solidario que trabaja los 365 días del año y de ahí que no lancen programas específicos de cara a Navidad, a excepción del Juguete educativo, en el que animan a colaborar.

En la Asociación San Vicente de Paúl atiende «a entre 80 y 90 familias a la semana» y aunque consideran que las demandas «más o menos se va a mantener», entienden que «el aumento del trabajo es un poco espejismo» y sigue habiendo gente que tiene dificultad para hacer frente a los gastos, comenta su presidente, Arturo Prieto.