Un plan para dinamizar los tesoros de 'La Inesperada'

La Tribuna
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Pozuelo de Calatrava pretende potenciar este recurso natural con un paseo peatonal y la organización de talleres medioambientales

Un plan para dinamizar los tesoros de ‘La Inesperada’

La Laguna del Prado, conocida como 'La Inesperada', es el principal atractivo turístico de Pozuelo de Calatrava, localidad que presume de un entorno natural privilegiado que invita al visitante a desconectar del estrés y la rutina diaria. El Ayuntamiento pretende potenciar aún más este recurso con la sustitución del vallado perimetral, la habilitación de un paseo peatonal alrededor del cráter volcánico, con varios puntos para la observación de aves, y la organización de talleres medioambientales durante los meses estivales.

Así lo recoge el plan de dinamización turística con el que el Consistorio pozueleño pretende dar continuidad a la ambiciosa estrategia iniciada hace años y que tuvo en la inauguración del Centro de Interpretación de Agua Volcánica uno de sus principales hitos. El objetivo, según explica la concejala de Turismo, Azucena Hervás, es dotar de actividad a 'La Inesperada' durante todos los meses de año, para lo que también pondrán en marcha una potente campaña de promoción en redes sociales y medios de comunicación.

'La Inesperada' fue designada por la Unesco como integrante de la Reserva de la Biosfera de La Mancha Húmeda y declarada Reserva Natural en 2004. Incluida dentro del proyecto de geoparque de la Diputación, recibe entre 2.000 y 3.000 visitantes al año, y también es objeto de importantes estudios científicos.

La concejala destaca también el entorno natural en el que se levanta el santuario de Santa María de la Cabeza de los Santos, patrona de Pozuelo. El Cerro de las Cogutas es uno de los puntos más altos de la comarca y ejerce de «espectacular mirador del paisaje volcánico del Campo de Calatrava». Incluida dentro de la Ruta de la Pasión Calatrava, la localidad cuenta con en su iglesia de San Juan Bautista con un retablo barroco de madera sin policromar (siglo XVI). «Es el gran desconocido. Quien lo visita queda admirado por su belleza», apostilla.