El 2019 fue un año convulso para usted: pasó de candidato a la Alcaldía de Ciudad Real a líder de la oposición; y de la Diputación al Senado. Todo ello compaginándolo con la Presidencia provincial del PP, ¿Cómo ha vivido este ajetreo político?

Aparte de las cuestiones más personales, ha sido un año complicado, para nuestro país y en general para la política. Con la sensación de mucho tiempo perdido, de pocas cosas echas y de mucha incertidumbre en todos los sentidos. En lo personal ha sido de cambios, de nuevos retos, de resultados que podían haber servido para un cambio en Ciudad Real pero que al final se truncaron por una decisión tomada fuera de Ciudad Real. Ha sido un año de cambios importantes también dentro del partido después del congreso nacional y del regional, con muchas novedades y muchos cambios en Castilla-La Mancha y en la provincia.

Ha sido un año marcado por las citas electorales, pero el PP se mantiene en la oposición en el Ayuntamiento de Ciudad Real, la Diputación, la Junta y el Gobierno central, ¿hace autocrítica de los resultados?

Sí, digamos que lo único que modera la crítica y la autocrítica que nosotros mismos nos hemos aplicado y que hemos reconocido que han sido resultados malos es que se han ido mejorando a lo largo del año. Partimos de unos resultados en abril muy malos; en mayo fueron sensiblemente mejores y en noviembre también mejores. Eso hace que la sensación que tengamos es que, sin haber conseguido el objetivo, que es ganar y gobernar en los sitios, se nota que el partido está recuperando el pulso y tomando la medida a las nuevas exigencias de nuestra sociedad, a los nuevos requerimientos, que hace que nos hayamos consolidado como una única alternativa al PSOE.  

En la capital acarició el pacto con Cs, pero finalmente se decantó por el PSOE, ¿cómo vivió ese momento que hizo que no pudiera llegar usted a la Alcaldía?

Todos sabíamos que Cs era y es un partido que es complicado saber qué va a hacer en cada momento. Creo que parte de lo que le ha pasado en las últimas elecciones es fruto de eso, de la poca confianza que ha terminado generando en la ciudadanía. Yo sabía que, aún pudiéndose dar la mayoría como se daba en Ciudad Real, como muchos sitios de España, esa mayoría alternativa de partidos centro derecha, Cs no iba a hacer lo mismo en todos los sitios. Lo que sí fue sorprendente es que la decisión no se tomase en Ciudad Real sino en Madrid por parte de Cs y en Castilla-La Mancha por parte del PSOE en un pacto sin tener en cuenta las circunstancias de cada ciudad, o si había ya acuerdos como existían en Ciudad Real entre Cs y PP y que se hiciese una tabla rasa sin ningún tipo de razonamiento lógico de cuál era la mejor decisión para cada una de las decisiones a gobernar. Eso sí que fue extraño, creo que no ha pasado nunca en la historia democrática de nuestro país una situación así, que se entreguen veintantas alcaldías de golpe, sin contar ni siquiera con los partidos locales. Teniendo claro que eso podía pasar, aunque no de esa forma, hay que seguir trabajando donde nos han colocado los ciudadanos, que es en la oposición, y seguir denunciando lo que creo que se denunció y que tuvo reflejo electoral: que Ciudad Real mayoritariamente había apostado por un cambio que representaba Cs, por lo menos de boquilla, y que no fue capaz de trasladarlo al gobierno municipal.

¿Cómo ve el equipo de Gobierno PSOE-Cs?, ¿Cree que está funcionando o no cumplirá el mandato?

Creo que de momento las políticas son las del PSOE, las que venía haciendo con Ganemos, no ha habido cambios reales. Habrá que ver si Cs, cuando le vaya cogiendo más el pulso al Ayuntamiento termina asumiéndolas como propias, de momento sí, pero llevan poco tiempo y puede ser que en algún momento piensen que realmente están defraudando las expectativas que había lanzado sobre cambios en todos los ámbitos de la actividad municipal. Va a depender también de lo que pase a nivel nacional con el partido Cs, ya veremos cómo termina la relación Cs-PSOE nacional, si se produce finalmente la investidura de Sánchez el martes con los separatistas catalanes, Podemos y demás partidos políticos que nada tienen que ver con las inquietudes y preferencias de la política que dice defender Cs. Lo que está claro que es se van a agudizar esas contradicciones entre Cs, lo que defiende sobre el papel y en el país y lo que hace en Ciudad Real.

¿Cree que se producirá el anunciado relevo en la Alcaldía?

Es cierto que se tienen cogidos los unos a los otros en ese pacto que hicieron entre Page y Rivera porque las situaciones son inversas en Albacete y en Ciudad Real. Se tiene que producir dentro de un año y medio el cambio de una Alcaldía y de otra que está en situación contraria. Todavía falta mucho, la situación en el PSOE no va a ser sencilla, votar a una candidata que no es la socialista y que tiene unos planteamientos de origen y de programa absolutamente contrarios al PSOE y con sólo tres concejales en el equipo de Gobierno es muy complicado.

¿Teme ese momento de relevo?

No, temor no, esperar acontecimientos y seguir ofreciendo lo que siempre hemos ofrecido a los vecinos: la oportunidad de un cambio, de políticas diferentes en Ciudad Real porque la que estamos padeciendo se está viendo que no está dando sus frutos. Nos está llevando a una ciudad absolutamente parada, sin ningún tipo de iniciativas, sin proyectos de importancia a corto, medio o largo plazo, con políticas fiscales de impuestos altos a los vecinos y empresarios, sin un modelo de ciudad ni a nivel social, cultural o deportivo y eso lo echamos en falta todos, incluida la candidata de Cs, y que ahora parece que lo han dejado escondido.

¿Para usted es un sueño ser alcalde de Ciudad Real?

Era un anhelo. A todos a los que nos gusta la política y estamos porque nos gusta esto, ser alcalde de tu ciudad es un hito importantísimo y para mí una gran ilusión.

¿Lo seguirá intentando?

Lo veremos, no me quita ahora mismo el sueño ni tengo en la mente lo que pase dentro de tres años y medio si hay elecciones o si hay una situación entre medias que entraríamos a valorar y que yo estaría encantado en todo caso.

El PP también está en la oposición en la Diputación, ¿qué opina de la gestión que se está llevando a cabo en esta institución?

Lo vimos en los presupuestos. Ahora mismo todas las diputaciones y la mayor parte de los ayuntamientos están saneados, más que por méritos propios por las leyes que se dictaron en su día de equilibrio financiero y presupuestario. Lo que echamos de menos en la Diputación es mucha más ambición. Es una provincia que está perdiendo población, algo que para esta tierra era desconocido. Eso se ha roto en los últimos años. No es que la culpa la tenga en exclusiva la Diputación, pero sí que se echan en falta políticas mucho más coordinadas en temas fundamentales para el desarrollo de la provincia. Por ejemplo, en desarrollo rural o en turismo. Tenemos muchas potencialidades turísticas, pero si cada pueblecito va por su cuenta, no podemos ofrecer de cara al exterior un producto mínimamente interesante. También para la atracción de infraestructuras, donde falta un liderazgo de la Diputación, así como en el ámbito cultural, que se hacen cositas y se reparten, pero sin criterio. Lo que ha hecho bien la Diputación en estos años ha sido en el tema del vino, que lo ha liderado y coordinado a través de una feria nacional y ha tenido frutos potentes. No decimos que hagamos una feria de todos estos temas, puede ser otro modelo, pero sí establecer un cauce de coordinación que permita tenerla de referencia y ser una potencia.

En la Diputación tradicionalmente ha habido una línea de consenso con el equipo de Gobierno, ¿seguirá esa línea de colaboración?

Sin duda, al final nosotros tenemos que adaptarnos a quien gobierna en la Diputación, que es el ayuntamiento de los ayuntamientos. Ellos tienen sus criterios de reparto, que no son los nuestros, aunque vamos a intentar luchar para que sean los más equilibrados posibles, los menos sectarios posibles, lo más lógicos posibles y en eso vamos a intentar estar siempre de acuerdo.

Tras su marcha ahora al Senado, ¿cómo quedará la estructura del Grupo Popular en la Diputación?

Lo veremos ahora a principios de años, pero tengo la garantía de que dejo allí un gran equipo y la decisión que se tome seguro que será buena y lo hará mejor que yo quien se quede al frente.

Como senador, ¿qué reclamará para la provincia?

Hay temas que son fundamentales para la provincia a corto, medio y largo plazo. Por un lado, las infraestructuras. Es absolutamente vital que el gobierno que salga afronte tres infraestructuras: la autovía Ciudad Real-Toledo, hay que desentrañar todo lo relativo a esa autovía; y la A-43. También la línea de ferrocarril convencional hacia Extremadura, que vertebra la provincia hacia Puertollano y la comarca de Almadén.

¿La A-43 por la opción norte o sur?

Nosotros lo que estamos hartos es de que se engañe a la gente. Cuando nos den las opciones, reales, veremos a ver cuál nos gusta más, pero es que ahora mismo estamos hablando por hablar.

Se plantean hasta tres opciones…

Sí, pero opciones más en la mente de quien las lanza que en los papeles. Nosotros queremos que se haga, y que beneficie lo máximo a nuestra provincia, pero hay que ver sobre el papel cuáles son esas alternativas realmente, por donde van a pasar, qué problemas tiene en un sitio o en otro… Lo que nos está pasando, y a mí en particular, es una hartura tremenda a un PSOE que se ha dedicado todo este tiempo a estar engañando a los de un lado y a los de otro, sin tomar una sola decisión que suponga adelantar ese proyecto en nada. Eso no puede ser, buscar el enfrentamiento con comarcas, que es lo que se está produciendo, sin ofrecer soluciones reales a ninguna de las dos, y entreteniéndonos en ver por dónde va a pasar la autovía. Vamos a trabajar y a buscar un trazado serio que beneficie lo máximo a la provincia y sobre esa base buscar el consenso. Me parece que es una tomadura de pelo.

¿Qué opina de investidura de Pedro Sánchez si finalmente cuenta con todos los apoyos necesarios y en especial de Podemos y ERC?

Creo que es una auténtica tragedia democrática para nuestro país y, como todas las tragedias, terminará mal porque no sabemos quiénes serán los paganos últimos pero esto tiene mala pinta. Cuando uno se busca este tipo de compañeros de viaje, empezando por Podemos... Lo gracioso del tema es que el que tengamos a Pablo Iglesias, defensor de los regímenes totalitarios cubanos y bolivarianos de Sudamérica ya nos parece hasta lo menos grave, lo damos hasta casi por bueno. El ver a Iglesias, que le quitaba el sueño a Pedro Sánchez hasta hace cuatro días, ya hasta nos parece lo menos grave. El mismo PSOE ha puesto el nivel de tragedia en lo que supone su pacto, lo malo es que el PSOE se ha acostumbrado de un tiempo a esta parte, y no Sánchez, sino que viene de atrás e incluido el PSOE de Castilla-La Mancha, de que aquí lo importante es gobernar, sea con quien sea y haya que comprometerse con quien haya que hacerlo y lo vimos en la región en la pasada legislatura con Podemos. Lo malo es que al final ese tipo de apuestas las paga el país y las pagaremos todos.