La naturaleza como aliada ante las plagas

M. Lillo
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El Consistorio se vale de la lucha biológica para el control del pulgón, un método que se aplica desde 2014 y del que señalan sus beneficios

La naturaleza como aliada ante las plagas - Foto: Tomás Fernández de Moya

La naturaleza puede ser una aliada frente a las plagas que sufren los árboles y de ahí que el Ayuntamiento de Ciudad Real aplique desde el año 2014 la llamada lucha biológica, un método alternativo al uso de productos fitosanitarios en el que se utilizan otros insectos, que se denominan fauna auxiliar o insectos beneficiosos, con sueltas controladas con el fin de combatir las plagas. En concreto, el área de Sostenibilidad lo está aplicando al pulgón en lo que supone «un cambio de concepto que queremos para Ciudad Real y que se ha evidenciado más a raíz de esta pandemia. La naturaleza no está separada de lo urbano, la naturaleza tiene que estar en las ciudades porque nos mejora la vida y nos mejora la salud», afirmó la edil del área. Mariana Boadella indicó que se trata, no obstante, de una estrategia a largo plazo que se complementa con otras técnicas en aquellas plagas en las que no es posible la lucha biológica, como es el caso de la endoterapia para combatir la galeruca o el uso de feromonas para la procesionaria, dado que la utilización de plaguicidas o productos químicos se ha reducido «prácticamente a cero» en la ciudad. 

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«El control biológico consiste en el uso de insectos, depredadores o parásitos, que se alimentan o parasitan en las especies que se convierten en plaga», detalló Paula Artime, ingeniera técnica forestal y asesora integrada de plagas, que puntualiza que dichos insectos son «inocuos y nunca van a llegar a ser plaga». En esta tarea controlada se usa un tipo de insectos que están sujetos a una regulación, y se hace un exhaustivo control y monitorización de las zonas en las que se trabaja y se anticipan a la formación de plagas. En el caso del pulgón, Artime recordó que más que daños al árbol, pueden causar molestias a los usuarios por la melaza que segregan, resultando pegajosa si se pisa, cae encima de coches o terrazas. Entre las ventajas destacó que no contaminan el medio ambiente, frente a los fitosanitarios que se fumigaban y hacían además que los insectos ganasen resistencia, dijo, si bien es necesario avanzar en la concienciación, agregó Boadella. «Hay que explicarle al ciudadano que no se fumiga como antes y que el pulgón irá desapareciendo o controlando, pero con más paciencia porque el concepto es otro», concluyó Boadella.