El monumento a la Semana Santa ve la luz en Daimiel

La Tribuna
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Tras seis años de espera, la escultura de Jesús Ruiz de la Hermosa por fin ha visto la luz en la plaza de San Pedro

Momento de la inauguración de la escultura. - Foto: LT

Hay días que se quedan en la retina de todo daimieleño y daimieleña y, posiblemente, el día 5 de diciembre de 2021 será una de esas jornadas. La plaza de San Pedro acogía, por fin, la llegada de un nuevo inquilino al que se le llevaba esperando desde hace unos seis años. Un monumento homenaje a la Semana Santa daimieleña que el escultor local Jesús Ruiz de la Hermosa ha tallado. Se trata de un busto de un nazareno colocado sobre un pilar sobre el que está esculpido en relieve un sudario.

Ruiz de la Hermosa ha agradecido enormemente a la Junta de Hermandades "la paciencia que ha tenido conmigo" así como a la empresa constructora. "La obra por sí sola tiene muy poca vida. Cuando tiene vida es cuando se contempla. Ahora mismo es cuando está viviendo, y esperemos que en años sucesivos crezca más todavía", añadió el artista en un discurso que precedió al del alcalde de Daimiel, Leopoldo Sierra.

"El Ayuntamiento siempre apoyará aquellas acciones que repercutan en seguir manteniendo nuestras raíces, nuestra identidad religiosa, cultural y social pero sin dejar de mirar al futuro. Y creo que este monumento cumple con este honrado propósito", declaró el edil que igualmente agradeció a Ruiz de la Hermosa su trabajo y a la Junta de Hermandades por mantener viva una tradición "única" en Daimiel. Igualmente apuntó que esperaba que "a este atributo le sigan otras superaciones también buscadas como la declaración de interés turístico nacional".

Para el inicio de la ceremonia la escultura estaba totalmente tapada y, tras el discurso del presidente de la Junta de Hermandades, Víctor García Pliego, se procedió a la relevación del manto tras el cual hubo un aplauso y la bendición por parte del padre Eulalio Asensio López, que además hizo una homilía con motivo de tan importante acontecimiento. Tras la inauguración los primeros daimieleños ya se estaban haciendo fotos ante un busto de un nazareno que mira hacia un Daimiel orgullo de seguir conservando sus más antiguas tradiciones.