Llegan las vacaciones de verano y lo que todo el mundo quiere es disfrutar al máximo de ellas viajando a cualquier lugar que aleje un poco de la rutina. Un elemento fundamental a tener en cuenta a la hora de salir de casa es el automóvil, el cual debe pasar toda revisión para poder llegar al destino deseado sin ningún tipo de contratiempo. Jose Andrés Díaz, jefe de taller de Hyundai en Ciudad Real, explica cómo es su labor durante estos meses. En esta época del año «se acumula el trabajo porque en los vehiculos antiguos siempre surge alguna avería o imprevisto», lo que provoca «una punta de trabajo mayor, y es en estos meses donde tenemos un ‘cuello de botella’ en los talleres». «Cada vez es más frecuente que traigan coches con varios años para que no te amarguen las vacaciones». Los problemas están vinculados frecuentemente con la temperatura, que es uno de los factores «por los que sufren fugas de líquido refrigerante o ‘calentones’». Por otro lado, las personas con coches más modernos «no esperan a que lleguen las vacaciones para hacer la revisión». Entre las averías más frecuentes en los meses de julio y agosto se encuentran también«las relacionadas con el aire acondicionado y los neumáticos», siendo estos últimos junto a las luces y los frenos los principales focos de preocupación a la hora de viajar. «Antes de salir de viaje siempre hay que revisar el vehículo para prevenir de accidentes». Pero esto no siempre se cumple, debido a que los conductores tienden a la «dejadez» cuando sus vehículos se encuentran fuera de los periodos de mantenimiento. aunque también remarcó que cuando están dentro sí los lleva al taller. También quiso subrayar la importancia que tienen estas revisiones en los trayectos largos. «La gente está cada vez más concienciada a venir para hacer revisiones al vehículo a efectos de niveles y presiones para prevenir de posibles incidencias». inspecciones distintas. Las revisiones en los talleres son muy importantes porque en ellos tienen en cuenta diferentes parámetros, como pueden ser «las pastillas de freno o cuál es el estado del nivel de refrigeración, el de las luces o el deterioro de los neumáticos». Es signficativo también el trabajo que realiza la ITV y el que hacen los diferentes talleres. «En la ITV revisan los vehículos, pero no realizan ningún ajuste». Como ejemplo puso la botella de expansión, que si está obstruida o llena de barro puede provocar un calentamiento; o el caso de tener un coche con dirección hidráulica, y cuyo fallo puede dejar al vehículo sin dirección. Este tipo de cosas no las miran enla revisión de la ITV, pero sí en un taller. Concluyó el jefe de taller afirmando deben hacerse simplemente por «tener la conformidad de una revisión para no tener incidencias en ese kiometraje extra». En los desplazamientos por una ciudad o localidad están disponibles los diferentes servicios de asistencia, pero «en carretera es mucho más complicado». Como caso anecdótico, el pasado 16 de julio llegó un cliente que se iba a ir de vacaciones, y tenía un clavo en la rueda sin saberlo. Por eso, dejó claro que «más vale prevenir que curar».