Volver a ser 'Buster'

Diego Izco
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Anfield vivió un nuevo 'milagro' del Atlético de Madrid, como el sucedido en la Supercopa ante el Barça, el de las 'semis' de 2016 ante el Bayern... o el de hace 30 años, cuando un 'don nadie' tumbó a Tyson

Simeone celebra el segundo tanto de Llorente el pasado miércoles que sirvió al ‘Atleti’ para empatar. - Foto: CARL RECINE

Este año (el pasado 11 de febrero) se cumplían 30 años de la derrota que cambió la vida de Mike Tyson. Fue en un combate que los promotores (el ínclito Don King a la cabeza) perpetraron en Japón, ante un desconocido (James Buster Douglas) sin más vitola que un buen físico y un récord engordado para la ocasión. 

Tyson iba a ganar aquel combate ante alguien quien, en comparación con Iron Mike, habían descrito como poco más que un saco de entrenamiento y poco menos que un sparring. Diez asaltos de golpes y guion establecido, aunque se percibía algo raro en el ambiente: Douglas hacía bien su trabajo, provocando un combate incómodo para el campeón, que llegaba con 37 victorias consecutivas. Y en ese décimo asalto de aquella velada para la historia en Tokio, se consumó una de las mayores sorpresas en la Historia del deporte. 

Y si de este segundo párrafo sustituimos los nombres, Liverpool por Tyson y Douglas por Atlético (y Tokio por Anfield, claro), nada cambia. Incluso las inmensa casualidad de las 37 victorias red en la racha de 42 partidos consecutivos sin perder en casa. Solo la sensación de que el 2-3 del pasado miércoles es un pequeño trocito en la colección de sorpresas sin explicación coherente en el deporte moderno. Pero si la flauta suena tres, cinco o 10 veces, no es posible que siempre sea casualidad… 

la estadística. El Liverpool disparó 35 veces frente a nueve de los españoles; 16 córners sacaron los ingleses, tres el Atleti. El 65 por ciento de la posesión fue para los locales, que completaron 881 pases, mientras que los colchoneros se quedaron con el 35 por ciento de la posesión y 349 pases. Once paradas de Oblak, dos de Adrián. Si alguien no conoce el resultado, pero estudia estos números y ve un vídeo en los que la jugada de ataque se para medio segundo antes de su conclusión («¿Gol o No-gol?»), solo encontraría la palabra «milagro» para explicar lo del 2-3 final. 

precedentes. Aquello de la flauta sonando tiene un precedente muy cercano en la última Supercopa de España, la disputada en Arabia, en las semifinales ante el Barça (también selladas con un 2-3 rojiblanco). Los culés tiraron 17 veces, con un 73 por ciento de posesión, 703 pases y una sensación de claro dominio azulgrana, pero después de haber convencido a su rival de que no iba a marcar el tercero (Oblak, los postes, el enorme trabajo defensivo…), Morata y Correa sellaron a la contra el sorprendente triunfo colchonero. 

Pero un precedente casi calcado al milagro de Anfield fue el de Múnich en las semifinales de la Champions 15/16. El Atlético había ganado por 1-0 en Madrid y defendía el resultado ante un Bayern que lo apabulló como hizo el Liverpool: los alemanes dispararon 33 veces (en 90 minutos) y Oblak hizo las mismas paradas que en Anfield, 11. El 68 por ciento de la posesión, con 668 pases, fue de los anfitriones. Y un 2-1 (Lewandoski y Alonso; Griezmann) que metió al Atlético en la final.