La religión «sigue siendo mayoritaria» en el aula

Hilario L. Muñoz
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El porcentaje de matriculaciones se encuentra en el 77,8 por ciento, muy por encima tanto de la media regional como de la nacional pese a que se anota un retroceso en los últimos cursos

Casi 40.000 estudiantes eligen religión en la provincia - Foto: Tomás Fernández de Moya

La clase de religión en la provincia de Ciudad Real sigue atrayendo a los estudiantes y así lo demuestran cifras como que 39.813 estudiantes optaron el pasado año por ella en vez de alternativa. El dato implica que el 77,8 por ciento de los estudiantes acude a religión en Primaria y Secundaria, porcentaje que se eleva al 80,7 por ciento si se suman los datos de la escuela concertada.

Apenas dos meses después del acuerdo de Gobierno entre PSOE y Unidas Podemos para que la asignatura deje de contar para la nota media del alumnado, el delegado diocesano de educación, Pablo Rodríguez, dio a conocer unas cifras de alumnos que, aseveró, demuestran que «la elección sigue siendo mayoritaria en la provincia». De hecho, el dato se mantiene en la etapa de Bachillerato, donde la mitad, el 50,2 por ciento de estudiantes, 1.559 alumnos, acuden a clase de religión. En total en la provincia hay 205 maestros y profesores de religión, 152 en Primaria y 53 en secundaria.

Los datos reflejan una provincia que está por encima de la media regional, en unos seis puntos, y en la nacional, en unos 15 puntos, pese a que este curso retrocede ligeramente, un 0,6 por ciento, sobre todo en las primeras etapas de Infantil y Primaria, y que se acumula a un retroceso, ligero, desde el curso 2016-2017, cuando el porcentaje de alumnos fue del 79,5 por ciento.

La religión «sigue siendo mayoritaria» en el aulaLa religión «sigue siendo mayoritaria» en el aula - Foto: Tomás Fernández de MoyaAprender algo más que el cristianismo en clase

Los estudiantes que eligen religión en la provincia son alumnos como José Manuel Romero y Pilar Loro, dos jóvenes de la capital, que ayer quisieron explicar los motivos que llevan a los jóvenes a elegir religión sobre la alternativa, basándose en motivos personales pero también culturales o preguntas claves sobre cada persona, a la vez que recordaban que ir a religión es mucho más que ahondar en las creencias católicas.

«Yo animaría a los estudiantes ya que no solo se aprende la cultura de nuestro país sino también la historia, las fiestas o la gastronomía están derivada del cristianismo», comentó el alumno, quien apunta a que él acude a religión desde los tres años, por decisión de su familia, «católica practicante», pero también por sí mismo para «informarse sobre Dios y lo necesario del cristianismo».  De su clase, con 25 personas, 15 acuden a religión, por lo que esta es la única en la que se separan los estudiantes en su curso de cuarto de la ESO.

«Lo que más me ha aportado son unos valores y aprender a respetar a todo el mundo sea su pensamiento el que sea, dando igual lo que piensen o la religión en que crea», comentó su compañera. «La madre de un compañero nuestro falleció y todos juntos intentamos darle respuesta a la muerte», comentó como modo de explicar aspectos que solo pueden incluirse en esta clase de religión en la que no solo se habla del cristianismo, sino que también de otras creencias. «Nos dividimos en grupos y cada uno tenía que hacer una presentación sobre religiones en el mundo y aprender sobre lo que piensa todo tipo de personas».