El consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Sanz, dio a conocer este martes que el brote de COVID-19 detectado en la localidad ciudadrealeña de Socuéllamos suma ya 44 casos positivos, solo uno más que en los últimos días. Hay además 69 negativos contabilizados y tres PCR pendientes de resultado. En una comparecencia para informar sobre la extensión del uso obligatorio de la mascarilla, que entra en vigor hoy en la región, Fernández hizo hincapié en que el brote de Socuéllamos se está llegando a controlar, confirmando el pronóstico revelado unas horas antes por el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano-García-Page, que afirmó que «evoluciona favorablemente». En este sentido, el consejero avanzó que se podrán tomar decisiones sobre desconfinamiento en los próximos días. El primer positivo se detectó el 26 de junio y el último, el 16 de julio, por lo que Fernández Sanz anunció que ya se puede ir pensando en desconfinar a algunas personas en los próximos días. Hay que recordar que este brote se extendió a un almacén de ajos de Las Pedroñeras (Cuenca), que tuvo cerrar varios días tras confirmarse los casos positivos de dos trabajadoras que se desplazaban diariamente desde Socuéllamos. También que, afortunadamente, ninguno de los contagiados ha precisado hospitalización. Desde Sanidad recuerdan que gracias a la labor conjunta de las Enfermeras de Vigilancia Epidemiológica, los profesionales del servicio de Epidemiología y la labor de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se está procediendo a dar una rápida respuesta a la evolución del brote. Este jueves se cumplirán dos semanas desde la detección de la primera persona contagiada, aunque las mismas fuentes precisan que aún se está investigando la identidad del ‘paciente cero’.