Reactivar la política de adquisiciones para liderar el sector

EFE
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La posible fusión entre Caixabank y Bankia recuerda las épocas en las que el banco dirigido por Jordi Gual firmaba operaciones con Morgan Stanley, Caixa Girona, Banca Cívica, Banca de Valencia o Barclays Bank hasta ser la primera entidad catalana

Reactivar la política de adquisiciones para liderar el sector - Foto: NACHO DOCE

Con una larga lista de adquisiciones a sus espaldas, especialmente en la última década, CaixaBank ha reactivado su política de adquisiciones y ha anunciado que estudia su fusión con Bankia, operación que, de materializarse, daría lugar al primer banco en España, con unos activos de más de 664.027 millones de euros.

Aunque las quinielas emparejaban a Bankia con otras entidades españolas, entre ellas el Sabadell, finalmente ha sido CaixaBank la que ha dado el paso al frente y ha iniciado negociaciones con el banco que preside José Ignacio Goirigolzarri para analizar una posible fusión por absorción.

Ello, pese a que el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ha afirmado en los últimos meses de forma reiterada que su banco no apostaba por protagonizar nuevas fusiones y que estaba centrado en crecer de forma orgánica.

En 2011 el negocio bancario de La Caixa pasó a llamarse CaixaBank, un banco que ha ido creciendo en los últimos años gracias, en parte, a una larga lista de adquisiciones llevadas a cabo, principalmente, durante la anterior crisis financiera.

La propia entidad La Caixa se originó en el año 1990 fruto de la fusión de la Caja de Pensiones (Caixa de Pensions), fundada en abril de 1904, y la Caja de Barcelona (Caixa de Barcelona), creada en 1844.

La integración de ambas cajas en una sola entidad fue aprobada un poco antes, el 3 de noviembre de 1989, por los consejos de administración de las dos entidades de ahorro, cuyo valor en ese momento era de 3,7 billones de pesetas (22.237,4 millones de euros).

CaixaBank es actualmente el primer banco de Cataluña y una de las mayores entidades financieras del país, con unos activos de 445.572 millones de euros, 35.589 empleados y un total de 4.460 oficinas.

La actual CaixaBank, presidida por Jordi Gual, debe su tamaño, en parte, a las adquisiciones que ha llevado a cabo en los últimos años.

De este modo, en 2008 compra la división de banca privada de Morgan Stanley en España; en 2010 se hace con Caixa Girona; en 2012 integra Banca Cívica; en 2013 se fusiona con Banco de Valencia y en 2015 anuncia la compra del negocio de banca minorista, gestión de patrimonios y banca corporativa de Barclays Bank en España.

Por último, en diciembre de 2018, CaixaBank adquiere el 100 % de las acciones del banco portugués BPI, su última gran compra de la última década.

Gonzalo Gortázar afirmaba hace tan solo unas semanas, durante la presentación de los resultados del primer semestre, que la entidad estaba satisfecha con su tamaño y que no tenía previsto acometer nuevas operaciones corporativas. Hasta ahora.

La posible fusión con Bankia -propiedad del Estado- le situaría a la cabeza del sistema financiero español, con unos activos totales de más de 664.000 millones, y todo ello en un contexto complicado para la banca, marcado por los bajos tipos de interés y por la crisis de la COVID-19.

CaixaBank ha ganado 205 millones de euros en el primer semestre de este año, un 67 % menos que hace un año, tras realizar provisiones por importe de 1.155 millones por la pandemia del coronavirus.

La crisis de la COVID también ha lastrado los resultados de Bankia, que ha ganado 142 millones de euros en la primera mitad de 2020, un 64,4 % menos que un año antes, tras dotar 310 millones de euros en provisiones para afrontar la epidemia.