El uso de lavadoras en horario valle puede acabar en multas

M. Lillo
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La edil de Medio Ambiente señala su preocupación por el efecto que pueden tener las nuevas tarifas eléctricas en el descanso al beneficiar los horarios nocturnos

La ordenanza limita a 35 decibelios el ruido nocturno - Foto: Diario de Burgos

El nuevo sistema de tarifas eléctricas que ha entrado en vigor este mes de junio y que pretende ‘premiar’ el consumo eficiente, establecimiento las tarifas más baratas en horario nocturno, puede entrar en confrontación con la flamante ordenanza municipal de Ruido de la capital, del 17 de mayo de este año y que renueva la que databa de 2002.  

En la misma se establecen tres  periodos: el diurno, el vespertino y el nocturno. Este último abarca desde las 23.00 hasta las 7.00 horas, hasta las ocho de la mañana en los fines de semana, y establece una limitación para los usos residenciales del ruido que se generan en edificaciones destinadas a viviendas o usos residenciales y también en los locales, de manera que limita a 30 los decibelios que pueden traspasar a los dormitorios y a 35 el ruido que puede llegar a otras estancias del inmueble procedente de ese ruido que se genera en el local o vivienda colindante. «Es un periodo en el que los ciudadanos descansamos y, por tanto, los niveles de ruido que se pueden generar, bien en el exterior, bien en una vivienda colindante, están reducidos en Ciudad Real y diría que en casi todas las ciudades», explicó a este diario la concejala de Medio Ambiente, Mariana Boadella. Por esta razón, cree que cuando se ha hecho esta reforma de las tarifas eléctricas «no se ha pensado en los ruidos», puesto que el uso de determinados electrodomésticos, como la lavadora durante el centrifugado o la aspiradora en los horarios más protegidos, puede superar los niveles.

La ordenanza establece que «los propietarios o usuarios de receptores de radio, televisión, equipos de música, electrodomésticos, aparatos de aire acondicionado o instrumentos musicales y, en general de cualquier fuente sonora de carácter doméstico, deberán instalarlos y ajustar su uso, de manera que su funcionamiento no perturbe la buena convivencia». La edil reconoció en declaraciones a La Tribuna que los nuevos usos que pueden derivar del cambio de la tarifa de la luz es «un tema preocupante, porque no es compatible» con el descanso de los vecinos que potege la ordenanza. Podría ser incluso una fuente de generación de conflictos entre los vecinos.

«Espero que no tenga que haber expedientes sancionadores, ya que el primero que no descansa poniendo la lavadora a las cinco de la mañana es el propio vecino», comentó la edil insistiendo en que la propia «lógica» marca que no se haga ruido durante la noche. «El sentido común dice que por la noche no hay que hacer ruido y esta ordenanza se ha hecho precisamente para garantizar el descanso de los vecinos, que es un derecho constitucional», agregó Boadella.

La nueva ordenanza municipal de Ruido, que entró en vigor hace apenas dos semanas, contempla también un régimen sancionador que en el caso de las actividades vinculadas con usos domésticos va desde las multas leves, de hasta 750 euros, hasta las muy graves, que alcanzan los 3.000 euros. «En la pandemia, si ha habido algo bueno es que hemos hecho los horarios más diurnos y no ha habido molestias del ocio», comentó la edil, reconociendo que la nueva tarifa puede entrar en confrontamiento con el ruido.