En Llora recoge algunas de las grabaciones más conocidas del Filin, un movimiento cubano basado en el sentimiento que aporta la música.  Herenciana, reside en Madrid y su voz, más allá de la música, es un elemento común en muchos hogares, ya que suele acudir normalmente a los estudios como actriz de doblaje. 

¿Qué se va a encontrar el público en este segundo disco?

Hace dos años presenté un espectáculo sobre el Filin cubano y empezábamos a girar en 2020, pero con la pandemia todo se paralizó. Decidí que ya que lo habíamos preparado para los directos, se podría convertir en un disco, Llora. Lleva 12 temas de la Cuba de los años 50, de los que dos son de los más tradicionales, Toda una vida y Quizás, pero los otros son 10 temas, menos conocidos que pertenecen a ese movimiento musical llamado Filin, en el que se daba mucha más importancia a la manera de la interpretación de los temas que a otra cosa. No eran grandes voces, pero sí grandes intérpretes. Eso es lo que diferencia un poco del bolero tradicional si no también las armonías que fusionan el jazz, con la música tradicional cubana. 

¿Cómo se saca un disco en pandemia? ¿Cuántos planes trastoca esta situación?

La verdad es que he sido super atrevida en ese aspecto porque al contrario de lo que se piensa, creo que en la pandemia casi la mayoría de los que nos dedicamos a la música lo que hemos hecho ha sido crear mucho. Estoy muy contenta porque, a pesar de lo difícil de la situación, está teniendo buenos resultados. Aunque no sea una música de grandes masas, sí que es una música rica para aquellos que quieren disfrutar de unos instrumentos como son el violonchelo, el contrabajo o el piano; para aquellos que quieren dedicar un momento de su vida a esa escucha en solitario o romántica. 

¿Cómo ha sido su año de pandemia? ¿Se ha dedicado a escuchar y seleccionar temas?

Dentro del Filin hay temas para grabar muchos discos y el trabajo que he hecho ha sido de selección e interpretación. Hay algunos que no se parecen en nada. Llora, el que da nombre al álbum, ni se ha mantenido el ritmo ni el tiempo, por ejemplo. Hay un gran trabajo detrás para hacer los temas míos y eso se ha hecho en los meses de la pandemia.

¿Qué te dice tu público cuando lo escucha?

La gente estaba a la expectativa de saber qué era lo siguiente. Había muchos que habían escuchado el primero y que creían que ya nunca iba a hacer nada. Estoy recibiendo mensajes de todo tipo, pero la mayoría son de felicitación. Creo que he encontrado una forma de expresarme y es que, aunque las letras no son mías, los temas sí los he elegido, como si fuera yo la que los hubiera escrito. Cualquiera de las letras que tiene yo la hubiera hecho. Eso se nota mucho a la hora de haberlos interpretado y lo que me llega son buenas críticas y buenas vibraciones.

¿Se han podido recuperar las fechas de la gira anterior parada por pandemia?

Estamos en ello y ya están las casas de cultura y ayuntamientos empezando a programar. Creo que para finales de agosto y todo el otoño vamos a recuperar bastantes. Confío en que este año, siempre pensando en finales del verano, empezaremos a trabajar. Espero que antes de que acabe este año se puedan ir haciendo cosas. 

¿Herencia estará en esa gira?

Lo tienen que decidir ellos más que yo, pero yo creo que sí. De hecho el año pasado ya se hicieron algunas cosas en verano, pero cuando voy a Herencia me gusta ir con todo el equipo y que suene como suena el disco, porque en directo tiene una calidez muy especial, y para eso hay que esperar un poco.